La cuarta revolución liderada por Medellín

La ciudad del futuro: educada, equitativa, segura y próspera

El liderazgo en Medellín frente a la educación y el desarrollo social sigue siendo imparable. La ciudad ha logrado transformar sectores históricamente impactados por la violencia, por medio de la inversión en educación, inclusión social, ciencia, tecnología e innovación, contrarrestando así los círculos de violencia que tanto hemos padecido. Si bien estas inversiones no son una respuesta absoluta a todos los problemas, sí han sido determinantes para el bienestar social y se han convertido en un factor diferenciador con otras ciudades.

La educación va a seguir siendo la herramienta clave para avanzar de manera competitiva, equitativa y legal, a través no sólo de la cobertura educativa, sino también de la calidad en la formación de maestros y estudiantes, de las oportunidades de acceso a la educación superior, y de la pertinencia para la inserción en una economía cada vez más interdependiente, con apropiación de las tecnologías de la información y con agilidad y eficiencia en los servicios prestados al ciudadano.

Tres factores serán claves en el impacto socio cultural para la ciudad a partir de la apertura del Centro para la Cuarta Revolución Industrial que tendrá su sede en Medellín:

En primer lugar, una administración que dedica el 2,14 % de su PIB en actividades de ciencia, tecnología e innovación, la convierten en una urbe con un potencial global indiscutible para generar procesos de transformación y de formación especializada con alto impacto local e internacional, sumado a las 1.690 organizaciones de Economía Naranja que posee, de las cuales el 99% son microempresas. La apuesta clave en educación que tiene la actual administración de Federico Gutiérrez Zuluaga, es el pivote esencial para generar competitividad, inclusión social y calidad de vida en Medellín.

Una educación inclusiva, equitativa y de calidad, con acceso a las nuevas tecnologías propias de la sociedad del siglo XXI y con la pertinencia en la formación para la inserción en proyectos laborales de alto impacto, será la que continúe posicionando a Medellín como una CIUDAD DEL APRENDIZAJE de la Unesco: moderna, legal y competitiva. Las políticas públicas diseñadas de manera integral y que conectan las experiencias de la ciudad con su proyección futura, son de alto nivel y se destacarán en todo el país. Ejemplo de una experiencia exitosa es la estrategia EN EL COLEGIO CONTAMOS CON VOS que entre el 2016 y 2018, ha permitido el regreso a clases de más de 5.000 niños, niñas y jóvenes que estaban desescolarizados.

En segundo lugar, una política de seguridad humana acompañada por una alta inversión social y el uso de nuevas tecnologías al servicio de la protección del ciudadano, se verá reflejada en el mejoramiento de los indicadores de seguridad y en una mayor percepción de confianza por parte de la ciudadanía. Esto implica el fortalecimiento de las instituciones responsables de la seguridad para que el ciudadano pueda sentirse más tranquilo, movilizarse en el territorio y acceder a bienes y servicios legalmente; lo que se traduce en una convivencia pacífica que facilite el desarrollo económico, la estabilidad social y la confianza en el Estado.

En tercer lugar, el Centro para la Cuarta Revolución Industrial constituirá el mayor salto no sólo tecnológico sino de equidad para la ciudad. El acceso al internet, a conexiones rápidas para las transacciones, a mayor información de calidad y al uso de las tecnologías para el desplazamiento, el aire limpio, las inversiones económicas y demás acciones que redundan en el bienestar social, son caminos seguros para el ciudadano del futuro que serán garantizados por una administración pública que, en corresponsabilidad con un sector empresarial altamente comprometido, le han apostado en convertir a Medellín en un importante centro urbano de desarrollo con incidencia en el progreso del país y de la región.

La Medellín de hoy y del futuro, ha dejado de ser vista por un pasado de violencia y criminalidad para ser mucho más que eso: una CIUDAD DEL APRENDIZAJE que educa a su gente a lo largo de toda la vida, resiliente, innovadora, con oportunidades legales de progreso y con proyectos bandera dignos de ser replicados en diferentes contextos para el crecimiento económico, el desarrollo sostenible y la equidad social.