La construcción del gran acuerdo nacional llega a la justicia

Convencido de la necesidad de modificar muchas cosas en el funcionamiento de la administración de justicia, pero especialmente de construir y diseñar reformas que consulten la diversidad de criterios y la pluralidad de visiones y experiencias en materia justicia penal, civil y administrativa, el ministro de Justicia Néstor Osuna puso en operación la Comisión Nacional de Reforma a la Justicia.

Al conocer el número de integrantes de la misma, cualquiera pensaría que se trata de construir la “torre de babel”, pues aparecen personajes cuyas posturas y experiencias difieren diametralmente entre sí, no obstante, según el ministro Osuna, esa es la gran virtud y el mayor logro, poner a pensar sobre lo mismo a quienes nunca han estado de acuerdo, con el objetivo de entregarle al país una reforma o unas reformas que conjuguen la diversidad nacional.

Néstor Osuna, cuando se le pegunta de las dificultades que encierra el tratar con concitar lo que piensan, plantean, analizan y proponen 40 personas, no duda en responder que “la comisión Recoge distintas sensibilidades, distintas experiencias de expertos que han tenido que ver con la justicia como jueces, abogados litigantes, funcionarios públicos y además personas que vienen del derecho penal, la justicia civil, justicia administrativa; esto es importante porque le va a dar solidez y legitimidad a los proyectos que salgan de allí”.

La propuesta es puntual, cristalizar las ideas y propuestas de estos colombianos, provenientes de las distintas regiones, con los más diversos orígenes y las experiencias más disímiles en su ejercicio profesional, en un espacio donde los beneficios sean para la justicia y para los ciudadanos, agobiados por la demora en los procedimientos, lo engorroso de los procesos y hasta de las injusticias por cuenta de la impunidad aupada por la corrupción.

Empezaron a trabajar en el gran acuerdo nacional llega a la justicia

Para lograr los resultados no se plantea una reforma universal que baraje de nuevo y piense de cero lo que debe ser la administración de justicia, sino analizar de manera puntual los problemas, los cuellos de botella y las dificultades que cualquier persona enfrenta a la hora de acudir al aparato judicial sin obtener resultados concretos.

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En ese sentido y de acuerdo con su experiencia como juez, magistrado y ahora como ministro, Osuna plantea el abordaje de temas y discusiones en el seno de la Comisión desde tres caminos, uno ampliar la oferta judicial, aligerar algunos trámites y la creación de mecanismos adicionales para fortalecer la lucha contra la corrupción.

“Las grandes ideas que tienen estas personas y los propósitos reformistas del Gobierno van a ir cristalizando en reformas puntuales, pequeñas, de aquello que es necesario para mejorar la justicia, no estamos pensando en cambiar toda la legislación ni los códigos de procedimiento, sino reformas puntuales en donde sabemos hay cuellos de botella, no es un solo proyecto, son varios los proyectos que apuntarán a incidir de forma puntual lo que está funcionando mal”, insistió el ministro de Justicia.

Osuna está seguro que el trabajo de coordinar a cuarenta personas que piensan distinto no es tarea fácil, pero señala con certeza que la suma de visiones, interpretaciones y experiencias, así como de criterios y argumentos va a enriquecer los proyectos, además de arropar de legitimidad y dar solidez a todo lo que se presente a consideración de Congreso de la República.

Las metas están claras, arreglar lo que no está funcionando, fortalecer los mecanismos que faciliten el acceso a la justicia para todos los ciudadanos sin importar donde se encuentren y, particularmente, devolverle a la Justicia la majestad que ha perdido por cuenta de la ineficiencia, la inoperancia y por la corrupción.

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