La confianza en Santos cambia con la percepción sobre las Farc

La percepción que los colombianos tienen de las FARC afecta directamente a su confianza en el presidente Juan Manuel Santos, y repercute en el apoyo al proceso de paz, según una encuesta nacional elaborada por la Universidad Estatal de Georgia (EE.UU.) y divulgada hoy en Washington.

Juan Manuel Santos. EFE

La encuesta concluye que el aumento de la confianza en Santos repercute en un apoyo más amplio al proceso de paz, y lo mismo ocurre si mejora la opinión que los colombianos tienen de las Farc.

Además, «a medida que mejora la percepción (de los colombianos) sobre las FARC, aumenta la confianza en Santos, pero esto no es necesariamente cierto al revés», dijo Ryan E. Carlin, uno de los autores de la encuesta, en una conferencia en Washington para presentar las principales conclusiones del estudio.

El sondeo se hizo por internet en dos oleadas a nivel nacional: una primera en junio de 2014, sobre un universo de 3.400 personas, y una segunda en enero de 2015, en la que se volvió a encuestar a mil de los individuos sondeados inicialmente.

La encuesta, desarrollada junto a la empresa española Netquest, estudió el respaldo a las conversaciones de paz que comenzaron en 2012 y también el apoyo a la justicia transicional que se aplicará después de un acuerdo, en especial el debate sobre si imponer penas de cárcel a las FARC y si permitir su participación política.

Los investigadores de la Universidad de Georgia concluyeron que hay una forma de que el Gobierno colombiano «aumente el apoyo» de la población a los mecanismos de justicia transicional que tendrán que implantarse en relación con los crímenes cometidos por las FARC durante los 50 años de conflicto armado en el país.

Para hacerlo, el Gobierno debe personalizar los crímenes, poner ejemplos concretos de guerrilleros de las FARC y delitos que han cometido para que la gente entienda mejor las opciones de justicia disponibles, indicó Jennifer McCoy, otra de las autoras del estudio.

De hecho, la encuesta desarrollada en Colombia partía de dos ejemplos típicos de excombatientes de las Farc, uno al que los autores del estudio denominaron Felipe y otro llamado Francisco.

Felipe era un combatiente raso de las Farc que obedecía órdenes de sus superiores, y como resultado de sus acciones, una persona estuvo secuestrada durante días; mientras que Francisco era un comandante que dio órdenes para mantener a un grupo de gente secuestrada durante años.

El 65,2 % de los encuestados rechazó la posibilidad de que los integrantes de las Farc participen en política, incluso en el caso de Felipe, que no ha estado en la cúpula de la organización; mientras que un 21,8 % apoyó esa idea y un 13 % evitó opinar.

En el caso de Francisco, la mayoría de los encuestados rechazó la idea de que se le exima de penas de prisión y se mostró de acuerdo con que debía ser encarcelado al menos durante el mismo periodo que quienes cometieron delitos similares dentro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), disueltas en 2006.

La encuesta también concluye que los cambios en la confianza de los colombianos en el expresidente Álvaro Uribe, uno de los actores más críticos con las conversaciones entre el Gobierno de Santos y las Farc, no tienen «ningún efecto» en su opinión sobre las penas de cárcel a los excombatientes o su participación política.

Los resultados completos del sondeo se publicarán a finales de este mes o comienzos de junio, según los investigadores, que hicieron la encuesta tras obtener una subvención de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid). EFE