Desde que China el 31 de diciembre de 2.019 le notificó al mundo de la existencia del coronavirus, lo mejor y lo peor de la condición humana ha salido a flote para enfrentar la pandemia y en Colombia esta premisa no ha sido la excepción.

Alertados sobre todo por los indicadores de Europa, se empezaron a prender las alarmas en Colombia y muchos le solicitamos al presidente Iván Duque que cerrara rápidamente los aeropuertos internacionales, para evitar que los contagiados provenientes del viejo continente y del mundo entraran al país. Argumentos de todo tipo se esbozaron y todos tenían validez en mayor o menor proporción y la siguen teniendo. Finalmente, la vida del ser humano en cualquier dimensión tiene la mayor importancia y no es posible cuantificarla.

Con equivocaciones seguramente, tratando de aprender del error ajeno, angustiado y viendo los indicadores críticos en desarrollo del panorama mundial, finalmente con mucha inteligencia emocional, el presidente Iván Duque con gran liderazgo toma las riendas de la emergencia con mucho profesionalismo, serenidad y bien asesorado.

No se ha terminado la emergencia, la pandemia sigue al acecho, muchos muertos se registran ya, la cantidad siempre será grande por pequeña que parezca, máxime si la comparamos o cuantificamos porcentualmente con la cantidad de habitantes de cada país y las estadísticas de los países más afectados, pero es preciso reconocer y sentirnos orgullosos del manejo responsable, transparente, eficiente y eficaz, que le ha dado el Presidente de la República a esta pandemia.

Su inmensa calidad humana y la de su esposa María Juliana que con perfil bajo y cero protagonismos, han realizado una extraordinaria gestión, merece todo el reconocimiento. Todas las herramientas se han empleado para que las regiones de Colombia de manera oportuna hoy tengan asistencia humanitaria. Con recursos limitados se ha realizado una digna y ejemplarizante política de ayuda humanitaria dirigida a los más necesitados para sobrevivir a esta pandemia. Dios y la patria os premien siempre.

Contrario sensu al gran ejemplo que ha dado el gobierno central en cabeza del presidente Duque en el manejo de esta emergencia sanitaria sin precedentes históricos cercanos, en diferentes regiones de Colombia lo peor de la condición humana ha emergido desesperada a ratificar su existencia. Es inconcebible pensar que se estén utilizado los recursos que envió el gobierno central a las regiones para comprar mercados con sobreprecios para lograr un beneficio económico de los gobernantes locales, pero eso está sucediendo.

Otros alcaldes y gobernadores les han puesto la foto, sello y su nombre, a esos modestos mercados, rememorando lo que hicieron en campaña electoral adjudicándose sus réditos políticos. También existen otros más audaces que han utilizado la emergencia para creerse estadistas y diseñar hospitales. No falto el que ha utilizado la tecnología para enviar mensajes de texto con su nombre para anunciar la ayuda solidaria, cuyo origen son de los impuestos que todos los colombianos hemos pagado.

El oportunismo, el arribismo, la corrupción y el afán de notoriedad ha hecho su agosto con esta emergencia increíblemente. Por supuesto y esto no nos debe sorprender, ya incluso existe la alcaldesa que ha invertido en esta pandemia recursos del presupuesto en publicidad para lavar su imagen, comprando pauta en un conocido canal privado de televisión, una vez supo que los entes de control al unísono, han desmentido el fundamento de su inepto actuar.

Parece que la Fiscalía, Procuraduría y contraloría ya están prestas a cumplir con su función, cosa que sería de gran precedente ético y moral para el país. Ratas de alcantarilla los llamo el presidente y creo que los trato con mucha benevolencia.

En las redes sociales se ve de todo en esta cuarentena, el que critica sin fundamento, el que denuncia objetivamente, el que propone sandeces y se pone la cinta presidencial, el que genera pánico, muchos sacan su fe a relucir, otros nos indignamos por el oportunismo de las ratas de alcantarilla, muchos donan y otros sacan sus mejores recetas culinarias a relucir, en fin, también mucho fakenews.

Es momento para resaltar la solidaridad, los actos buenos de la gente buena por todos los medios, pero también es preciso enaltecer la inteligencia al servicio del bien común y en eso la gran campeona mundial en mi concepto es Ángela Merkel la canciller alemana, cuyo criterio en el manejo del coronavirus gracias a su gran estructura intelectual, sabiduría y experiencia me parece muy acertado, sencillo, objetivo y brillante como todo lo de ella. Creo que es el gran ejemplo a seguir como guía mundial para solucionar esta tragedia mundial.

Falta mucho por ver en esta pandemia, la grave recesión que se viene va cambiar muchos postulados sociales, políticos y económicos y ahí sabremos quién es quién. Ojalá los valores y principios que enaltecen la condición humana sean los que primen para darle al mundo el giro que la humanidad necesita.

Los emprendedores serán sin duda los grandes ganadores y en los dos años que le restan de mandato al presidente Duque seguramente los fundamentos de su economía naranja serán los que nos den esperanza. Que Dios lo ilumine.

P.D. La tercera muerte por el coronavirus en Colombia, fue la de mi linda prima MARTA RUBIANO ORJUELA, Q.E.P.D. A su esposo, a sus lindos hijos, a sus hermanas y sobrinos, paz en el alma y que Dios los bendiga siempre. Te tengo en mi corazón.

@PoliticaPuntual

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Redacción Minuto30

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