Hemos llegando tal vez al punto más crítico en la confianza que pueda tener una sociedad en sus instituciones. La base de un estado democrático es la confianza que una nación tenga en su sistema judicial, Ni la voluntad de las mayorías, que es la esencia de la democracia, implica que haya justicia en las decisiones judiciales. Por esta razón recae en la trasparencia e imparcialidad de la justicia, la base real del estado de derecho y la democracia misma.

Durante la historia llegaron al poder muchos líderes de manera democrática, con su discurso y carisma obtuvieron el apoyo de las mayorías en sus naciones tales como Hitler y el mismo Chávez, pero luego ejerciendo el poder ejecutivo violentaron todas las libertades democráticas y cooptaron los poderes legislativos y judicial, acabando de esta manera el estado de derecho y constituyendo así las dictaduras y catástrofes sociales que la historia conoció.

Sin justicia no hay libertades, sin libertades no hay democracia, a este punto llego la catástrofe social y política de la democracia en nuestro país, los recientes escándalos, donde las cabezas más importantes de la justicia Colombiana, representados por tres ex presidentes de la Corte, terminan investigados y encarcelados por corrupción, nos dejan sin palabras, como los mayores representantes de la justicia, exigían miles de millones a las personas investigadas para dejarlas libres. A este degeneramiento cayó la justicia, liderada por verdaderos hampones, verdaderos criminales, pero esto no es nuevo, bien lo muestran las encuestas donde más del 90 % de los Colombianos no cree en la justicia.

Ahora bien como ya sabemos la podredumbre de la justicia que acaba con la democracia de una nación, que es lo que sucede en nuestro país, sale a ser “rescatada” por el adalid de la trasparecía, nada más que Juan Manuel Santos. El hombre que se robó el plebiscito de Colombia, el mismo que degeneró y criminalizó al Congreso de Colombia con mermelada, contratos y corrupción, el hombre que sobornó con puestos y contratos a las altas Cortes para que le apoyaran el robo más grande de la historia Colombiana, que fue los resultados del plebiscito, si ese hombre que acaba de ser denunciado por el criminal y hampón Ñoño Elías que recibió plata de Odebrecht para financiar su reelección a la Presidencia de Colombia. Ahora este mismo señor nos viene a decir que va convocar a un referendo para salvar la justicia que el mismo pervirtió. No nos crean tan ingenuos.

Los tiempos que vienen son difíciles este Presidente que tenemos, con las altas cortes y gran parte del Congreso, nos van a entregar una democracia debilitada por la cloaca de la justicia que ayudaron a degenerar ellos mismos, vienen tal vez las elecciones más importantes de la historia de Colombia y debemos elegir con argumentos y analizando muy bien cada candidato, no podemos creer en los cantos de sirena que suenan, de los que ahora se hacen llamar los que “luchan” contra la corrupción, ósea; Fajardo, Robledo, Claudia López, pero cuando vieron como la corrupción desenfrenada de Santos y las altas cortes se robaban el resultado democrático del plebiscito, no dijeron nada y guardaron un silencio cómplice.

Nos queda una oportunidad a la coalición del NO y a los que votaron por él SI, que ya se dieron cuenta del engaño, para rescatar a este país de las manos de las Farc y la corrupción de la justicia, vamos a dar la batalla juntos por el futuro de esta gran nación.

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Redacción Minuto30

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