Una emisión bastante extraña

Sucedió el jueves último, en La Luciérnaga, de Caracol: No acudieron al programa el director Hernán Peláez Restrepo, ni el hombre fuerte de Tuluá, Gustavo Alvarez Gardeazabal. Los asiduos oyentes seguramente experimentaron la misma sorpresa que sintió el saliente presidente de la cadena radial, Ricardo Alarcón Gaviria. No hubo, al aire, ninguna explicación sobre la dupla ausente.

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Un racha de runrunes

La inasistencia de la llave Peláez-Gardeazábal desencadenó una racha de runrunes. El primero: que si Hernán se va, en diciembre, y Gardia lo sigue, La Luciérnaga se acaba.

El Barquero tiene conocimiento de la proximidad de la gran manzana de RCN Radio con el escritor vallecaucano, quien haría una gran dupla con Guillermo Diaz Salamanca. Sería un espectáculo como para alquilar balcón el hecho de poder combinar, al aire, la chispa humorística de Diaz con el veneno maquiavélico Gardis.

Un hueco bien grande

Fue tal el impacto del hueco informativo cómico-musical del jueves que causó la ausencia inesperada de las dos estrellas de la tarde que Gardeazabal tuvo que hacer un paréntesis en sus exámenes cardiológicos para transmitir algunas notas, desde Medellin, a pedido de las directivas de Caracol.

Unas comparaciones

La Barca recurre a estascomparaciones para que el lector calcule el tamaño de lo que pasó en el máster de La Luciérnaga, el jueves pasado: fue un calenta’o sin frijoles; una doble W sin Julito Sánchez; Candela sin William Vinasco; La hora de la verdad sin Fernando Londoño; una corrida sin toros sin Roberto Cardona Arias y Ramón Ospina Marulanda; un vallenato sin acordeón; una narración deportiva sin el champion Carlos Arturo Rueda y Pastor Londoño, una natilla sin buñuelos; una vuelta a Francia sin Rubencho y Arrastia la televisión sin Pacheco, ni Gloria Valencia; un ajiaco sin papa, la radio sin Yamid y Gossain y un arroz sin condimentos, una caricatura sin Osuna, un noticiero de TV sin Juan Guillermo Rios, un metropolitano sin Perea, el Atanasio Girardot sin Munera Eastman,las Siete Palabras sin monseñor Augusto Trujillo Arango, el mirador en el aire sin Pardo Llada, una polemica sin Artunduaga. A propósito: ¿por qué hablara tanto “Don Jediondo” de la familia del doctor Ardila Lulle?

Semblanza de un gran valor humano

Como buen bugueño, Jorge Eliécer es pausado al hablar, medita cada expresión y a cada historia le pone los consabidos adornos, pero a la hora de narrar fútbol se transforma en una ametralladora de frases y en acuñador de expresiones como la inolvidable: “Gracias a Dios hay fútbol”. (Tomamos este párrafo de entrada del colega Edgard Hozzman, en su Pantalla & Dial).

La razón es muy sencilla: está celebrando sus 50 años en la narración deportiva el gran Jorge Eliécer Campuzano, “el espectacular del gol”. Los festejos comenzaron por casa. Hubo fiesta en grande, en su natal Buga, el pasado viernes, convocada por el alcalde de la Ciudad Señora.

El milagroso bugueño

Hozzman le preguntó: ¿Devoto del Señor de los Milagros, de su tierra natal?

–EL NEGRO -. Como le llamamos los bugueños, ha sido mi guía. En Él deposito mi FE Y MI VIDA.

–¿Es más espiritual que religioso ?

–ESPIRITUAL…..mi devoción no tiene límites……sin fanatismo….pero con FE. En el Señor de los Milagros. Siempre tengo una estampa de Él en mi mano durante las transmisiones.

Anecdotario de la adolescencia

Con la noticia de su matrimonio, la madre de Jorge Eliécer le pidió a su otro hijo, Armando Moncada, que le buscara un puesto de mensajero en la emisora “Voces de Occidente” porque, según le dijo, “pobre muchacho, ya casado y sin trabajo”.

Pero lo paradójico fue que lo contrataron para que animara en la emisora. Ya han pasado más de cuarenta años de aquella oportunidad y ahora es uno de los mejores narradores del deporte colombiano. Ganador de premios, con amplio reconocimiento y con el prestigio necesario para estar en un pedestal de la radio y la televisión.

Los consejos de Monseñor Moncada

También le preguntó Edgar: ¿Qué consejos recibió de su hermano Armando Moncada Campuzano?

–Armando no fue mi hermano -por la diferencia de edad (15 años) FUE MI PADRE, y a fe que ejerció esa figura paternal en unión de mi madre. Desde el primer día marcó en mí lo que fue el diseño de su vida: RESPONSABILIDAD Y CUMPLIMIENTO.

La Barca se une de todo corazón a las congratulaciones que recibe Jorge Eliécer en su media centuria frente al micrófono.

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Redacción Minuto30

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