La Barca de Calderón del miércoles 3 de diciembre de 2014. Por William Calderón

Se fue por lana

El doctor Humberto de La Calle, antes de irse por lana, lo trasquilaron, cuando el narcoterrorismo de las Farc lo recibe con las espuelas, en monserga pronunciada por el propio narcomandante Iván Márquez, quien manifestó que las declaraciones del vocero del presidente Juampa, además de sorprendentes, son un desatino. Y que quien impuso la suspensión de las conversaciones, no puede regresar también con la pretensión de imponer la fecha de su reinicio, en La Habana.

Tras de cotudos, con papera

Las Farc ahora juegan de locales. En el ajedrez político llevan la iniciativa. Tras de cotudos, con papera, como dice el filósofo de Tuluá, desde su columna en ADN: «Que no nos crean tan pendejos». Las Farc envalentonadas imponen las condiciones, mientras Juampa se monta en los atestados buses bogotanos de su nuevo mejor amigo Gustavo Petro. Entre tanto, los narcoguerrilleros –desde Cuba– reviven los episodios de Tlaxcala, Caracas y el Caguán; aseguran que se deberán recomponer las reglas que conduzcan la marcha del proceso, repitiendo el modelo que le impusieron al candoroso nefelibata de Amagá, el ex presidente Belisario Betancur .

Jaque mate ‘pastor’

Según Iván Márquez, el Gobierno de Juampa rompió las reglas de juego. Mejor dicho, pateó la lonchera, «averiando de paso el puente de confianza que habíamos construido de nuestra parte» y remató con esta perla: «estamos en plena disposición para pactar el armisticio». Igualmente, agregó que “frente al desescalamiento del conflicto, están a la espera de que el Gobierno responda a la propuesta que le presentamos en el marco del ciclo de 30 conversaciones” y como para que no quede ninguna duda de su «tramparencia» habló del registro fotográfico del ahora llamado “General Papaya» recibiendo un sorpresivo jaque mate «Pastor» del compañero Alape, mostrando este hecho como la foto de la paz, de la reconciliación, que la gran mayoría de los colombianos anhelan y no la del trato indigno que sugiere en su libreto el jefe del equipo negociador. Esto está cada vez más «maduro», escribió de manera sarcástica el ex ministro Fernando Londoño Hoyos.