Comicidad y estupor son las palabras que se deben utilizar, cuando los seguidores de la estafa comunista del marxismo leninismo con sus idiotas útiles hablan de la Autogestión, porque para asumir esa postura lo primero que deben hacer es renegar de los dogmas estatistas, burocráticos y embrutecedores del señor Karl Marx, ya que el sistema en mención es el fruto teórico y práctico de los libertarios, quienes le propinaron a Marx una vergonzosa derrota en la primera internacional de los trabajadores en el siglo XIX.

No solo los libertarios tiene como instrumento humanista la Autogestión para el bienestar de las masas, sino que también la democracia liberal ha sido en varias oportunidades consecuente con ello, teniendo el mayor ejemplo en Israel con los Kibutzi, en donde los sindicatos exaltando las libertades individuales (cosa que no hace el comunismo totalitario) a través del trabajo solidario, con una democracia participativa laboran y distribuyen de acuerdo a las necesidades, pero es bien sabido que a la aberración marxista poco le interesa el bienestar o la opinión de los ciudadanos, pues su objetivo es conquistar el poder para crear una dictadura eterna.

La Autogestión libre y creativa es la antítesis del comunismo totalitario, porque esa barbaridad desde sus inicios a mediados del siglo XIX, buscó con el Estado encadenar a los obreros mediante la dictadura, para generar una oligarquía (nomenclatura) que convirtiera a ese Estado en una maquina represiva, por ello Pierre Joseph Proudhom y Mijail Bakunin a nombre de los libertarios desenmascararon a Marx delante de los trabajadores, por sus sofismas crueles, inhumanos y antihistoricos.

El dictador marxista leninista, Josip Broz Tito pretendió de manera demagógica introducir la Autogestión en la antigua Yugoslavia en 1950, pero fracaso, pues eso es como el diablo haciendo las hostias, ya que es imposible en una tiranía comunista llevar a cabo un proyecto libertario; porque como condición necesaria debe existir la independencia sindical frente al Estado, pero Yugoslavia fue solamente un laboratorio totalitario que fracaso, y de ahí su desintegración en la década de los noventa del siglo pasado, quedando claro que el comunismo totalitario lo único que le interesa es tomarse la burocracia estatal usando artilugios para descrestar ingenuos.

En la historia de la humanidad han existo expresiones auténticas de Autogestión, como ocurrió hace 2000 años con el cristianismo primitivo, en donde sus miembros tenían todas las cosas en común, y no había entre ellos ninguna necesidad, esto lo hacían superando las barreras del Estado, contrario a los regímenes marxistas que ponen como principio y fin de todas las cosas perpetuarse en el poder político. Además han existido otras aplicaciones de Autogestión, aparte de la ya mencionado en Israel, como la Comuna de París en 1871 que fue una fusión entre las ideas libertarias y el liberalismo clásico; otras manifestaciones de Autogestión, fueron los consejos de obreros en Hungría en 1956 y la primavera de Praga en 1968, aplastadas estas dos últimas por el imperio comunista Soviético.

La perorata comunista nada tiene que ver con la Autogestión, porque es indudable que el marxismo lo que pretende es imponer mediante el engaño y la violencia dictaduras neostalinistas en Latinoamérica, como ocurre en Cuba y Venezuela, pero al igual que lo sucedido hace 27 años en Europa oriental con la caída del muro de Berlín, los pueblos tendrán que defenestrar el comunismo totalitario en la región; por eso el Estado y la sociedad colombiana, jamás deben de permitir el surgimiento de republiquitas paraestatales como lo propusieron las Farc durante las negociaciones en La Habana, mencionando truculentamente a la Autogestión, pues lo que buscan en realidad es minar la unidad nacional, como estrategia para llevar al país a una dictadura comunista.

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Redacción Minuto30

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