Foto tomada para ilustrar.

Un grupo de niños

Los niños que padecen enuresis nocturna o emisión involuntaria de orina pueden desarrollar baja autoestima y problemas psicológicos si la enfermedad no es tratada adecuadamente, dijo hoy a Efe el doctor Eduardo Reynosa Stenner.

Quienes presentan esta enfermedad, la cual es curable al 100 %, suelen aislarse de otros niños de su misma edad o de actividades que impliquen pernoctar en un lugar distinto a su casa pues les avergüenza no poder contenerse, mojar la cama y que los demás se burlen de ellos, afirmó el pediatra.

«El niño sabe lo que le va a pasar porque es involuntario. Sabe que se van a burlar de él, se aisla y evita las invitaciones, entonces su autoestima va bajando porque se siente menos que sus compañeros», expresó el especialista.

La enuresis ha sido incluida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Clasificación Internacional de Enfermedades Mentales y del Comportamiento conocido como CIE -10 y se describe como «un trastorno aislado o bien que puede acompañar a un trastorno de las emociones o del comportamiento más amplio».

La afección puede ser hereditaria pues si ambos papás la sufrieron cuando fueron niños el hijo tiene 75 % de posibilidades de presentarla.

Este problema ocurre entre los cinco años -cuando el sistema urinario ya maduró- y los ocho años e incluso hasta la adolescencia, debido a la deficiencia de una hormona llamada vasopresina u hormona antidiurética, la cual regula la actividad del riñón durante las horas de sueño.

«La deficiencia de la vasopresina hace que el riñón siga trabajando y produciendo la orina que llena la vejiga y esta sale de manera involuntaria», explicó el especialista del Hospital General Regional 110 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Por lo general esta afección se oculta y ni el niño ni los papás lo comentan pues les avergüenza.

En algunos casos los padres creen que es algo normal, que el menor lo hace a propósito o que busca llamar la atención, lo cual complica el problema.

«Si el niño ya se siente menos y, además la mamá o el papá lo regañan, lo castigan, lo humillan o le gritan, se sentirá peor, creerá que no es igual que los demás niños y puede llegar a desarrollar problemas psicológicos», advirtió Reynosa Stenner.

El experto añadió que la enuresis también puede ser causada por una infección en las vías urinarias o el riñón, por tener una vejiga pequeña o por los problemas emocionales que experimente el menor, sobre todo si ya controlaba sus esfínteres y deja de hacerlo de manera repentina.

«A veces hay factores psicológicos que pueden influir que un niño que no se orinaba en la cama, de repente empiece a hacerlo. Cuando sucede esto hay que confirmar si hay algún problema que esté sucediendo en casa y coincida con la enuresis», enfatizó Reynosa Stenner.

Este padecimiento no presenta síntomas por lo que si el niño tiene dolor al orinar o en la espalda baja a la altura de los riñones se debe descartar algún otro problema mediante exámenes generales o un ecosonograma renal.

La enfermedad es curable y requiere de un tratamiento que suministre la hormona antidiurética de manera sintética, el cual deberá ir acompañado de medidas como que el menor no ingiera líquidos antes de dormir, que vacíe la vejiga antes de acostarse y no tomar agua a medianoche aunque se despierte con sed.

El especialista recomendó a los padres llevar un calendario para registrar los días en que su hijo logró pasar la noche sin mojar la cama, esto es una forma de involucrarlo en su tratamiento.

EFE

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Redacción Minuto30

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