El fenómeno del populismo no es más que una estrategia política que se genera en el ambiente electoral preferiblemente y también en el ejercicio del gobierno para conseguir votos y adherentes en la población más vulnerable y sin privilegios económicos. Sus propuestas tienen un gran ingrediente demagógico y manipulador en la población con tesis falsas, irreales e imposibles de cumplir en su totalidad y en la realidad, que teóricamente pretenden solucionar graves y grandes problemas reales que efectivamente existen.

Su implementación ha generado en el panorama latinoamericano grandes fracasos estructurales y un desbalance económico y social sin precedentes y monumentales como los que vive hoy Venezuela, Salvador y Nicaragua y han dejado a países otrora también poderosos como Argentina o Ecuador al borde del colapso financiero.

Al fenómeno del populismo se le adhiere siempre la corrupción que desfalca a diario los erarios públicos de los países. En ese contubernio malévolo el populismo, que por supuesto nunca tiene en cuenta la capacidad productiva del país para poder cumplir con esas promesas que endulzan las esperanzas de pueblo, siempre se utiliza como antifaz para el desfalco soterrado de las arcas del estado, generando un déficit fiscal que normalmente lleva al colapso económico o a la hiperinflación como pasa con el hermano país de Venezuela.

En ese panorama que no es más que repartir pobreza, es preciso anotar que otros factores como el narcotráfico y el interés económico de los grandes grupos económicos mundiales que viven finalmente de la pobreza generalizada de los países tercer mundistas, se juegan grandes intereses que manipulan de forma directa la estructura geopolítica de nuestros países.

El interés internacional irracional de la explotación de nuestros recursos naturales y de nuestra diversidad, el apoyo a causas como los derechos humanos, a la Paz, a las migraciones, a la igualdad de género, a la salud, con ONGs que pretenden finalmente sacar únicamente réditos millonarios encubiertos con causas nobles, sumado a la manipulación de los medios de comunicación que ya sabemos los mueven intereses ideológicos como los que promueve en el mundo la organización Open Society Foundations, entre otras muchas, siempre hayan en el POPULISMO y en sus gobernantes el caldo de cultivo perfecto para cumplir con su objetivo, promocionando el liberalismo económico y el intervencionismo estatal tendientes a legalizar las drogas y lucrarse económicamente a como de lugar como su único gran objetivo final.

Nunca antes esta amenaza ha llegado tan lejos en Colombia y el próximo 17 de Junio los colombianos tendremos la responsabilidad de rechazarlo de forma tajante. Tú decides.

@PoliticaPuntual

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Redacción Minuto30

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