– La activista guatemalteca Helen Mack, premio Nobel Alternativo de la Paz en 1992, pidió hoy en Colombia cultivar el «pensamiento crítico» para frenar los discursos de odio y las manipulaciones, aspectos que identifica como «amenazas» para la construcción de la paz.
«Tener un pensamiento crítico es importante para evitar repetir lo que está en las redes sociales o lo que el otro te dice a través de vídeo en YouTube. Están descontextualizando y desinformando», sostuvo Mack en una entrevista con Efe, en el marco del XXVII Festival Internacional de Poesía de Medellín.
En el encuentro literario, que comenzó el pasado viernes y culminará el sábado, la guatemalteca señaló que su país será un «espejo anticipado» de lo que experimentará Colombia en el posconflicto con la desmovilización de las FARC, luego de 52 años de conflicto armado.
«La confrontación va a continuar», señaló Mack, activista de los Derechos Humanos, poniendo como ejemplo lo que sucedió en Guatemala donde surgieron discursos de odio que incitaron a la violencia y la polarización luego de la firma del acuerdo de paz de 1996, que le dio fin a un conflicto armado interno de 36 años.
Según la nobel, en los países que llegan a acuerdos para concluir conflictos armados «surge un incremento de la violencia porque hay gente, en todo los grupos, que no sabe cómo reintegrarse».
En ese sentido, aseguró que en Guatemala el Ejército fue reducido y crearon empresas privadas de seguridad que «hacían secuestros y asaltos a los bancos» y luego atribuían la culpabilidad a la guerrilla.
«Ese incremento de la violencia lo utilizaban para decir ‘ven, les dijimos que los acuerdos de paz no sirven y no eran necesarios'», subrayó.
Mack manifestó además que en tiempos de posconflicto, pese a la firma de la paz, empieza la «persecución» a líderes sociales, con el objetivo de «confundir» a la sociedad para «sembrar dudas y reescribir la narrativa» desde su óptica de actores que «no aprueban el final de la guerra».
Como víctima de esa persecución, precisó que los activistas son «perfilados» y sacados de contexto para desacreditarlos.
«Siembran dudas y hacen perder credibilidad a quienes están construyendo la paz», acotó la presidenta de la Fundación Myrna Mack.
En América Latina, según su visión, con la finalización de los conflictos armados el reto «siempre ha sido cómo llegar a hacer justicia social», lo que para ella «ha sido el origen» de la violencia.
Con su participación en el festival de poesía, la activista abrió el espectro a las formas de «sanar» e identificó que este tipo de espacios donde «afloran los sentimientos» son «importantes» en la construcción de paz y ayudan a «menguar esos discursos de odio que van a salir o que han salido ya en Colombia», como sucedió en Guatemala.
El festival, encuentro poético intercultural que se consolidó como uno de los más importantes en su género por su impacto internacional, fue galardonado en 2006 con el Premio Nobel Alternativo de la Paz por «el coraje y la esperanza en tiempos de desesperación».
También fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2009.
El festival, para aportar en la construcción de una paz estable y duradera, llegó también con su poesía a las llamadas zonas veredales transitorias de normalización, donde excombatientes de las FARC han dejado las armas y están reincorporándose a la legalidad.
EFE