Las relaciones sexuales a temprana edad suelen ser un tema tabú pero esa actitud puede cambiar si comprende qué es la sexualidad y cómo funciona. El ejemplo es la clave para evitar que su hijo tenga un encuentro íntimo cuando todavía no está preparado.

Uno de los temores más frecuentes de los padres en la pubertad es enterarse de que su hijo o hija-que está todavía en el colegio y que no tiene permiso para salir de noche- ya tuvo relaciones sexuales. Usualmente, los adultos se preguntan ¿a qué hora ocurrió esto? y no saben qué hacer ni cómo hablar del tema. Incluso, algunos se sienten culpables.

Según los especialistas, la actitud de los padres debe partir del conocimiento de qué es la sexualidad y de entender cómo funcionamos bilógicamente. No es un asunto de culpas, es más bien de naturaleza.

Así que comencemos con lo básico: Manuel Alejo Riveros, pediatra especializado en adolescencia y salud y educación sexual, adscrito a MedPlus, afirma que hay que entender que “la sexualidad tiene que ver con la dimensión o capacidad del ser humano que le permite amar y se expresa a través del afecto hacia otros”. En este sentido, el afecto en cada etapa de la vida (concepción, preescolar, adolescencia y adul tez) se manifiesta de manera diferente tanto para expresarlo como para recibirlo. Además, varía de acuerdo con aspectos biológicos, psicoemocionales y sociales.

Influencia de la pubertad en las relaciones sexuales

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“Las relaciones sexo eróticas están mediadas por las hormonas. Estas hormonas comienzan a hacerse notar solamente en la pubertad, una etapa que suele iniciar entre los 10 y los 12 años”, según el pediatra y sexólogo.

Hay que tener claro que la pubertad tiene varios momentos de desarrollo que no solo influyen en los órganos sexuales sino que también afectan el pensamiento de la persona: “Un niño que está en la primera etapa de su desarrollo sexual no puede tener pensamiento abstracto, así como tampoco una niña puede tener menstruación en la misma etapa, porque en ninguno de estos casos las hormonas les han dado esa capacidad”, explica el especialista.

Normalmente, la primera etapa de la pubertad se caracteriza por el pensamiento concreto y porque no se han desarrollado sexualmente. Sin embargo, todos somos distintos, así que una persona puede llegar más rápido o más tarde a vivir estas etapas. Eso depende de su genética: “Así como el color de los ojos o de la piel, la maduración sexual rápida o lenta se hereda. Existes personas que maduran de manera veloz, por ejemplo hay quienes a los 12 años ya lucen como adultos y cuyos genitales están desarrollados completamente, a pesar de que en esa misma edad apenas inicia la etapa 1 de desarrollo sexual para otros”, afirma el doctor Alejo.

Así que si la pregunta es qué tan normal puede ser que dos niños de 12, 13, 14, 15, 16 o 17 años tengan relaciones sexuales consentidas, la respuesta es que aunque biológicamente es posible, no tienen la madurez mental suficiente para tener la conciencia de lo que están haciendo. Físicamente pueden estar preparados siempre y cuando estén en la etapa de la pubertad en la que sus órganos ya están maduros sexualmente: esto no lo determina su edad propiamente –aunque tiene que ver- sino, más bien su genética. Lo más frecuente es que entre los 10 y los 12 años apenas estén entrando en la etapa inicial de la pubertad, así que no están preparados para un encuentro sexual.

Valdría la pena entender es ¿en qué momento es adecuada una relación sexual?, Y para eso es necesario hablar de dos componentes: la parte sensual, que tiene que ver con el afecto y que se manejan por medio del corazón “me refiero al cariño. Es cuando queremos de verdad y vamos más allá de lo físico”, asegura el experto. También está la parte erótica, que se comienza a desarrollar justamente en la pubertad, cuando nos atrae el otro físicamente, cuando lo vemos con deseo.

Siendo así las cosas, solo en el momento en que se llega a un balance entre los dos componentes (el sexual y el erótico), se puede lograr una relación sexual completa. Para eso, la persona necesita haber pasado por todas las etapas de desarrollo sexual de la pubertad y eso no es tan simple pues el deseo sexual erótico se desarrolla entre los 13 y los 15 años, normalmente; sin embargo, el deseo sexual mental (o el componente sensual) se hace evidente apenas entre los 15 y los 18 años.

Dicho de otra manera: aunque es natural que dos niños, que estén viviendo la misma etapa de desarrollo sexual, tengan relaciones (independiente mente de su edad) y aunque físicamente estén preparados, puede que su mente no tenga la madurez necesaria “es como cuando se compra un carro nuevo: ¿de qué me sirve si no lo sé manejar?”, se pregunta el doctor Alejo.


Fuente: Revista MedPlus
ED 80

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