Los restos del ex presidente argentino y líder peronista Néstor Kirchner llegaron este viernes por la tarde a su ciudad natal, Río Gallegos (sur), para ser enterrados tras ser velado en Buenos Aires por una multitud que formó filas de 2 km durante 26 horas.

AFP PHOTO/Alejandro PAGNI

«¡Volverás y serás millones!», gritaban y escribían el viernes sus partidarios en las banderas celestes y blancas, al reflotar una histórica frase de Evita Perón, a la vez que le pedían ¡Fuerza! a la viuda, la presidenta Cristina Kirchner, cuya fortaleza será puesta a prueba.

Al finalizar las honras fúnebres en la capilla ardiente del Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada, la mandataria encabezó hasta al Aeroparque metropolitano un cortejo de vehículos, a cuyo paso millares de personas agitaban banderas, cantaban, lloraban y arrojaban flores.

El féretro fue transportado en avión hasta Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, en cuyo aeropuerto esperaba a la comitiva el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien iba a acompañar a la familia al funeral en un cementerio comunal.

«¡Néstor no se murió, Néstor no se murió, vive en los corazones de nuestro pueblo trabajador!», coreó la muchedumbre sin pausa en un fenómeno político cargado de sentimiento que por su masividad revivió las exequias de Evita en 1952 y las del tres veces presidente Juan Perón en 1974.

La muerte de Kirchner a los 60 años de una crisis cardíaca en la residencia matrimonial de El Calafate, en el extremo austral de la nación, provocó un resurgir de la mística justicialista con el desfile de centenares de miles de hombres, mujeres y niños por el centro de Buenos Aires y la Plaza de Mayo.

La Presidenta, quien perdió a su compañero de militancia de toda la vida y a su pareja gobernante de hecho, recibió expresiones de pesar y solidaridad también de una pléyade de mandatarios latinoamericanos, e incluso este viernes del ex presidente español Felipe González.

Por la capilla ardiente pasaron, además de Chávez, los mandatarios de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; Paraguay, Fernando Lugo; Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Chile, Sebastián Piñera; Uruguay, José Mujica, y Colombia, Juan Manuel Santos.

Al perder a su mayor estratega, el oficialismo vive horas de incertidumbre en Argentina, pero el principal sostén político del Gobierno, la central obrera CGT, renovó su respaldo, al afirmar su líder, Hugo Moyano, que «después de Perón y Eva viene Néstor Kirchner».

Pero a pesar del duelo nacional y el respeto que provoca la muerte, los activistas cantaron sin pausa, día y noche, un estribillo contra Julio Cobos, quien hace dos años pasó a la oposición sin renunciar a la vicepresidencia, desde donde opera su candidatura presidencial para 2011.

«¡Andate Cobos, sos un traidor!», bramaba la multitud contra el político de la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR) que vota leyes en contra del Gobierno cuando hay paridad en el Senado, cámara que preside.

La Presidenta se perfila como candidata natural del kirchnerismo para 2011, afirmó el canciller Héctor Timerman, pero analistas consideran que deberá lidiar con una reestructuración de Gabinete y una recomposición de fuerzas.

La economía creció a toda vela desde 2003, al asumir su marido, a un ritmo del 8% anual, salvo la recesión forzosa por el descalabro de la especulación financiera mundial en 2009, aunque el país arrastra una inflación del 25% anual, no reconocida por el Gobierno.

Néstor Kirchner había llegado al poder como emergente de la peor crisis histórica por el colapso de la economía tras el neoliberalismo implantado entre 1989 y 2001 por los presidentes Carlos Menem y Fernando de la Rúa.

De su gobierno, entre 2003 y 2007, se recuerdan la reforma de la Corte Suprema con juristas de prestigio, los juicios por los crímenes de la dictadura (1976-1983), la estatización de los fondos privados jubilatorios en crisis, la cancelación de la deuda con el FMI y el arreglo casi total de la deuda en ‘default’.

En cambio, fue criticado por manipular los índices de inflación y por rasgos autoritarios que despertaron odios a diestra y siniestra, incluso en sectores peronistas, además de enfrentarse con corporaciones mediáticas.

Irascible y temperamental, se enfrentó con la Iglesia Católica y las patronales de agricultores, que combatieron a su esposa con la mayor huelga histórica del campo contra los impuestos a las exportaciones.

Dejó el mando con una popularidad de más de 60%, pero la oposición reclama reabrir la causa judicial que investigaba el aumento de un 700% en la fortuna amasada por los Kirchner desde 2003.

RIO GALLEGOS, 29 octubre 2010 (AFP)

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio