Kimi Raikkonen/EFE

Kimi Raikkonen/EFE

El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) saldrá primero este domingo en el Gran Premio de Italia, el decimocuarto del Mundial, que se disputa en Monza, donde completó la vuelta más rápida de la historia de la Fórmula Uno, relegando al segundo puesto a su jefe de filas, el alemán Sebastian Vettel.

Kimi, el piloto más veterano de la parrilla, que en octubre cumplirá 39 años, firmó asimismo la ‘pole’ con más edad de todos los tiempos en F1, al cubrir los 5.793 metros de la mítica pista lombarda en un minuto, 19 segundos y 119 milésimas, 161 menos que Vettel, en una calificación en la que el español Carlos Sainz (Renault), que este sábado cumplió 24 años, acabó séptimo.

Raikkonen mejoró el récord de vuelta histórico del colombiano Juan Pablo Montoya, vigente desde 2004, cuando giró en el templo de la velocidad en un minuto, 19 segundos y 525 milésimas, a una media 262,242 kilómetros a la hora.

Un vuelo que mejoró Kimi, promediando este sábado 263,587 kilómetros a la hora y mejorando al piloto suramericano, que ahora se desempeña con éxito en otras categorías, sobre todo en la Fórmula Indy.


El finés firmo su ‘pole’ número 18 en F1 y le robó protagonismo -en el circuito en el que Ferrari juega en casa- a Vettel, segundo en el Mundial, que tras ganar en Spa redujo a 17 puntos la ventaja que le lleva el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), al igual que él cuádruple campeón mundial y con cinco triunfos en lo que va de año.

Kimi saldrá primero en busca del primer triunfo de Ferrari en el templo de la velocidad ante su apasionada afición desde el del español Fernando Alonso -decimotercero este sábado- en 2010.

Un triunfo que, de convertirse en realidad, supondría el vigésimo primero del finés en la categoría reina. Siempre y cuando, claro está, se lo consienta su propia escudería. Que busca ansiosa un título que no gana desde que capturase el Mundial de 2007, en su primer periplo en el equipo de Maranello, el propio Raikkonen.

Al que no confirmó para el año próximo el nuevo Consejero Delegado de Ferrari, Louis Camilleri, en su comparecencia ante los medios del viernes en Monza.

Así que, teniendo en cuenta que en la F1, siempre hay lugar para sorpresas, tampoco hay que descartar que se produzca algún anuncio antes de la prueba dominical.

Hamilton, líder del Mundial, con 231 puntos (frente a los 214 de Vettel), que se quedó a 175 milésimas del tiempo de Kimi, saldrá tercero en Monza, donde los tres primeros en la crono mejoraron la marca histórica de Montoya, vigente durante los últimos 14 años.

Hamilton saldrá desde la segunda fila al lado de su compañero finés Valtteri Bottas (Mercedes), mientras que el holandés Max Verstappen (Red Bull) -que fue quinto- y el francés Romain Grosjean lo harán desde la tercera.

Sainz quería un buen regalo de cumpleaños y, según indicó a Efe, dio por bueno el séptimo tiempo que marcó en la decisiva tercera ronda (Q3), que admitió era lo máximo a lo que podía aspirar. Carlos arrancará desde la cuarta fila, al lado del francés Esteban Ocon (Racing Point Force India).

Su compatriota Alonso, eliminado en la Q2, y el mexicano Sergio Pérez (Racing Point Force India) -fuera, por un error de cálculo, en la primera ronda, pero beneficiado por las sanciones del alemán Nico Hülkenberg (Renault) y del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull)- saldrán decimotercero y decimocuarto, desde la séptima hilera.

Alonso -que en 2019 no correrá en F1 y cuyo puesto en McLaren ocupará Sainz- volvió a tener sus más y sus menos con el danés Kevin Magnussen, que, según el doble campeón mundial asturiano (2005 y 2006, con Renault), chafó la última vuelta lanzada de ambos.

«Hay pilotos de muchas categorías y luego están los de Haas», indicó Alonso nada más bajarse de un coche que el viernes era el peor y con el que al menos pudo arañar un par de plazas para alzarlo, asimismo gracias a las penalizaciones de Hülkenberg y Ricciardo, al decimotercer puesto.

Más tarde, en el encuentro de los integrantes de su escudería con los medios, Alonso reconoció a Efe que sacó más de lo esperado en la pista en la que, además de hacerlo de rojo en 2010, también festejó triunfo en 2007, en su primer periplo con el equipo de Woking.

«Sacamos más de lo esperado, ayer éramos el último coche; y hoy fuimos más competitivos de lo que esperábamos, en una pista que sabíamos de antemano que es de las que peor nos va de todo el Mundial», comentó a Efe el doble campeón mundial, que perseguirá nuevos retos a partir del año próximo.

Entre ellos la ‘Triple Corona’, que obtendrá si -sin dejar de centrarse en ganar también el Mundial de resistencia, con Toyota- se anota también las 500 Millas de Indianápolis. Motivo por el que su muy apretada agenda lo llevará a probar uno de los coches de la Fórmula Indy la próxima semana en Barber (Alabama, Estados Unidos).

De momento, su nombre volverá a sonar con fuerza, si Ferrari -que apunta al ‘doblete’, pero con las piezas cambiadas- logra ganar de nuevo en Monza, ocho años después de que él hiciese vibrar a los ‘tifosi’ por última vez.

Hamilton intentará evitarlo, en una carrera prevista a 53 vueltas para completar un recorrido total de 307 kilómetros. Desea igualar, antes que Vettel, al pentacampeón argentino Juan Manuel Fangio, al que sólo supera, con siete coronas, el alemán Michael Schumacher. Cuyo récord de cinco victorias en Monza podría igualar este domingo la estrella inglesa.

EFE

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Redacción Minuto30

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