Colombia en sus 213 años de historia republicana no ha podido resolver un problema que históricamente ha sido señalado de dar origen a múltiples conflictos, violencias y guerras: la democratización de la tierra.

A juicio de especialistas de continuar las cosas como hoy están, es decir, que los conflictos agrarios por tenencia, propiedad, linderos y diferencias de todo orden, la administración de justicia tardaría algo más de 250 años en resolver y fallar los más de 160.000 procesos que hoy reposan en diferentes tribunales, civiles y contenciosos.

Esos datos, además del punto uno del acuerdo de paz firmado entre el Estado y la guerrilla de las Farc en 2016, en el Gobierno de Juan Manuel Santos, son el sustento para la creación de la jurisdicción especial agraria, como el primer paso para superar los interminables años de peleas, diferendos y hasta violencia en nuestro país.

Según las cifras oficiales Colombia tiene 36 millones de hectáreas de tierra fértil con vocación agrícola indiscutible, pero la propiedad registra una concentración inexplicable, el 1 por ciento de los colombianos, es decir, 500 mil, son los dueños del 85 por ciento la tierra, lo que deja solo 4 millones 600 mil hectáreas disponibles para que 49 millones y medio de ciudadanos pueda acceder a alguna parte de las 4 millones 400 mil hectáreas restantes.

Gabriel Becerra ha sido el coordinador de ponentes del acto legislativo que crea la jurisdicción agraria y en diálogo con 30 Minutos de Minuto30.com, señala que a pesar de la resistencia inicial de algunos sectores políticos, económicos y hasta jurídicos de permitir el nacimiento de la nueva jurisdicción, cada vez está más cerca de hacerse realidad la presencia de la justicia en las veredas, los corregimientos, los municipio y en la Colombia profunda que solo ha sabido de los jueces por la radio, la televisión y los periódico, cuando les llegan.

“La jurisdicción Agraria es para que haya justicia en el campo, para que la justicia no la ejerzan actores distintos al Estado, de carácter violento, grupos armados de un lado y del otro, por eso necesitamos una jurisdicción para que haya jueces en las veredas, en los municipios, que haya tribunales en los territorios, en las regiones y podamos garantizar la administración de justicia”, explica el representante de a la Cámara, Gabriel Becerra.

El parlamentario señala, además: “Porque si hay justicia en el campo podemos ir construyendo la paz y, ante todo, porque tenemos que cumplirle al campesinado colombiano, a más de 12 millones de personas que nos ayudan a alimentarnos”.

De acuerdo con las cifras que maneja el congresista del Pacto Histórico las cifras de resolución de los conflictos agrarios, es muy baja y la impunidad se aproximan a cifras inverosímiles, al punto de señalar: “hoy, según los expertos en el tema hay algo más de 160 mil procesos judiciales por conflicto de tierras y su resolución tardarías cerca de 250 años”.

Becerra puntualiza que la verdadera importancia de la jurisdicción agraria es que responde a los requerimientos de justicia pronta y efectiva que hacen los campesinos, quienes exigen tener a los jueces en las veredas, los corregimientos, las regiones, que por fin la justicia se ponga la ruana, el poncho y use el azadón para entender la realidad de los conflictos rurales.

Más noticias de Política

Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio