El juez Garzón, condenado a 11 años de inhabilitación por las escuchas del Gürtel. Por unanimidad, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha decidido condenar al exmagistrado por prevaricación al ordenar las escuchas a entre los implicados en el caso Gürtel y sus abogados mientras se encontraban en prisión.

La Sala de lo Penal del Tribunal supremo ha condenado al juez Baltasar Garzón  por prevaricación durante su instrucción del ‘caso Gürtel’, durante la que ordenó intervenir las comunicaciones entre los principales imputados y sus abogados cuando éstos se encontraban en prisión.

El fallo ha sido comunicado personalmente al aún titular delJuzgado Central de Instrucción número 5, que se desplazó esta mañana a la sede del Tribunal Supremo. Tras conocer la sentencia, un poco antes de las dos de esta tarde, Garzón ha abandonado con semblante serio el alto tribunal sin realizar declaraciones.

El tribunal, presidido por el magistrado Joaquín Giménez, ha dado a conocer este jueves la sentencia, que tiene como ponente al juez Miguel Colmenero. Completaban la Sala los magistrados Andrés Martínez Arrieta, Francisco Monterde, Juan Manuel Berdugo, Manuel Marchena –instructor del caso de los cobros de Nueva York– y Luciano Varela –instructor de la causa contra Garzón por investigar los crímenes del franquismo.

Primera condena de las tres causas

Se trata de la primera causa por la que el juez de la Audiencia Nacional se sentó en el banquillo de los acusados por cometer unsupuesto delito de prevaricación y otro de uso de artificios de escucha y grabación con violación de las garantías constitucionales. El jueves quedó visto para sentencia el segundo juicio celebrado contra él en el Tribunal Supremo, por otro presunto delito de prevaricación cometido al investigar los crímenes franquistas careciendo de competencia para ello.

Durante el juicio, celebrado desde el 17 al 19 de enero, el juez declaró su inocencia, aseguró que en todo momento garantizó el derecho de defensa de los investigados y dijo asumir «todas y cada una de las decisiones, que fueron tomadas reflexivamente y en cumplimiento de la más estricta legalidad«.

El abogado de la acusación Ignacio Peláez, defensor del empresario imputado en el caso Gürtel José Luis Ulibarri y autor de la querella inicial que dio lugar a este procedimiento, pedía una pena de 10 años de inhabilitación. Mientras tanto, los letrados Antonio Choclán y Pablo Rodríguez Mourullo, abogados de Francisco Correa y Pablo Crespo, solicitaban que dicha inhabilitación se prolongara entre 17 y 15 años.

Los fiscales Pilar Fernández Valcarce y Antolín Herrero no presentaron acusación y solicitaron la absolución del magistrado al defender que la intervención pretendía evitar que los miembros de la red corrupta blanquearan capitales.


Con información de terra.es

Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio