Siempre me pregunto por qué los colombianos no nos hemos reconciliado, siempre me pregunto por qué el canto de los pájaros esta tan triste en el campo colombiano y siempre me pregunto por qué lo jóvenes estamos nublando nuestra imaginación.

Es fácil dejarse llevar por la emocionalidad y dejar a un lado la objetividad, pero lo cierto es que el Estado y la realidad nos está alertando. Nos alerta que el rumbo de nuestro país va en dirección contraria a las necesidades de nuestra nación, nos alerta que nuestra economía no progresa, que nuestra justicia se desvanece y que la esperanza se hace cada vez más nula; nos alerta que la corrupción no se soluciona a punta de discurso, sino con propuestas educativas, económicas e innovadoras. La historia nos proclama que – como lo dice el gran Iván Duque “Aquellos líderes que prometen el pan de hoy, aseguran el hambre del mañana”.

Afortunadamente contamos con líderes que no construyen fantasías, líderes que aterrizan las emociones a la racionalidad, líderes de argumentos, propuestas e ideas; lideres – como Iván Duque – que no prometen un mejor país, lo construyen con ideas y trabajo.

Pero Iván Duque no solo es un personaje que refleja intelectualidad, además refleja innovación y futuro. Cuando pensamos en Iván Duque pensamos en una Colombia naranja. Una Colombia de una economía con una nueva visión, una economía que fortalezca la cultura como factor importante para los ingresos de nuestra nación, una economía que fortalezca la propiedad intelectual, la educación y el emprendimiento; una economía que transpira innovación.

Pero para llegar a dicha Colombia Naranja se necesita de una buena estructuración de propuestas e Iván Duque las presenta en forma de árbol, como un árbol que significa esperanza, un árbol que recuperara el rumbo de nuestro país y el futuro de nuestra nación.

En la semilla de este árbol ubicamos la libertad de crear empresa, pensar y actuar diferente.

En las raíces, Duque propone una renovación en la justicia y seguridad de nuestro país y como es el punto fundamental para fortalecer el árbol de nuestra nación, propone más de 90 cambios innovadores para nuestra justicia y seguridad.

En el tronco, como parte esencial para el crecimiento de este árbol innovador, propone que nuestro país se desarrolle en una economía de mercado, pero una economía de mercado que tenga un sentido social. Una economía que piense en los trabajadores, pero nunca desampare a los empresarios como lo ha hecho Santos.

En las ramas, la innovación social y como mayor capital nuestra cultura. Con nuestras ramas demostraremos que No somos un país de narcotráfico, sino que somos un país capaz de crecer económicamente gracias a la música, el cine, la literatura, la danza y el teatro.

Siempre me he preguntado cómo es que los grandes líderes inspiran innovación y además, inspiran acción. Pero Iván Duque me lo enseño, se logra con coherencia, argumentos e innovación.

Al día de hoy le agradezco a Centro Democrático y a su líder Álvaro Uribe Vélez, gracias a su poder electoral podemos contar con una lista cerrada que permite que líderes como Iván Duque participen en el senado, pero no por su poder electoral, clientelista o económico; sino por su poder intelectual. Duque presidente.

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio