Diez golpes ganadores del sudamericano por 39 del estadounidense dejan claro la enorme diferencia que se vio en el partido. EFE

Diez golpes ganadores del sudamericano por 39 del estadounidense dejan claro la enorme diferencia que se vio en el partido. EFE

El estadounidense John Isner se clasificó este viernes para la final del Masters 1.000 de Miami al ganar por 6-1 y 7-6(2) al argentino Juan Martín del Potro, que, sin pegada y desacertado desde el saque, vio rota su racha de 15 victorias consecutivas.

La otra semifinal la disputan en la sesión vespertina el alemán Alexander Zverev, 5 de la ATP, y el español Pablo Carreño, decimosexto cabeza de serie del torneo.

Del Potro saltó al Estadio del Centro de Tenis de Cayo Vizcaíno romo, estático y sin soluciones para el planteamiento directo y sin concesiones que le planteó Isner.

Diez golpes ganadores del sudamericano por 39 del estadounidense dejan claro la enorme diferencia que se vio en el partido, que se acrecentó por el escaso acierto desde el saque del argentino, que no pudo poner en juego ni la mitad de sus primeros servicios.

Isner comenzó el partido con su principal arma como bandera, un «ace» que sentaba las bases sobre las dificultades que tendría Del Potro para contrarrestar los servicios del norteamericano y no disponer de ninguna opción de «break» en todo el duelo, mientras el estadounidense aprovechó dos de las tres que dispuso.

Isner aprovechó su escaso desempeño desde el saque para, con su poderosa derecha, romper y hacerse con un «break» del que ya había alertado el argentino de las consecuencias que podría tener en el resultado final, dado lo complicado de recuperarlos.

En un partido sin ritmo, más allá del que marcaban los pelotazos de Isner, «Delpo» no hallaba la forma ni el tiempo de atacar y solo errores no forzados de su rival le permitieron ponerse 3-1.

Con la ayuda del público, mayoritariamente argentino, aunque Isner, estadounidense, se suponía que debería jugar como local, pero Miami ejerció una vez más de capital de América Latina, Del Potro se agarraba como podía al partido.

Además, la historia estaba del lado del latinoamericano, que había ganado hasta hoy seis de sus nueve enfrentamientos, aunque los tres triunfos de Isner llegaron en los últimos cinco enfrentamientos, el último de los cuales en el Masters 1.000 de París de 2017 por 6-4, 6-7(5) y 6-4.

Pero con cada punto el choque lucía peor y el sudamericano no pudo evitar el despedirse del primer set en 26 minutos al perder su tercer servicio (5-1) y conseguir solo 15 puntos en todo el parcial, por 28 de Isner.

Del Potro pagó este viernes el cansancio arrastrado, el haber ganado 15 partidos seguidos, para un total de 21 en lo que va de temporada, que le permitieron ganar en Acapulco e Indian Wells.

Ese agotamiento, acrecentado tras casi tres horas de partidos en cuartos ante Milos Raonic y la jornada de calor más intenso de lo que llevamos de torneo, le dejó sin la energía para darle la vuelta al marcador, algo que sí había logrado con el canadiense este miércoles.

Con todo, se mostró más sólido desde el saque (con 81 % de primeros servicios convertidos en punto en el segundo set), y el partido se igualó y, aunque las bolas de «break» se veían todavía lejos, al menos el de Tandil comenzó a inquietar a su contrincante.

Una muestra de ello fue dejar en blanco el quinto juego (3-2) y la rabia que expresaba su enorme grito al ganar el noveno tras una bola de «break» a favor de Isner que pudo haber cerrado el partido.

Pero Isner no estaba dispuesto a que el argentino y el público se viniesen arriba y no cedió un ápice con su servicio para empatar 5-5/ y llegaron al «tie-break».

En el desempate, el norteamericano comenzó con un «minibreak», un «ace» y una derecha matadora que le pusieron 3-0, demasiado para un Del Potro con muchas horas sobre la pista y poca energía para presentar más batalla.

Con este resultado, el argentino se ganó un merecido descanso, pero perdió la posibilidad de hacerse con el «Sunshine Double» (ganar Indian Wells y Miami de manera consecutiva) y llegar hasta su ránking ATP más alto, un número tres mundial que le hubiera situado solo por detrás del suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal. Miami (EE.UU.), 30 mar (EFE)

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