Incendios forestales en Colombia: 29 focos activos y alarma en el Amazonas

Colombia enfrenta una grave crisis por incendios forestales, con 29 focos activos reportados este sábado, incluyendo una nueva conflagración en Puerto Nariño, Amazonas, según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

Los incendios han devastado más de 11,000 hectáreas en el país, afectando principalmente a los departamentos de Tolima (12 focos), Cauca (9), Nariño (3), Huila (2), Valle del Cauca (1) y el Amazonas. Tolima se destaca como la zona más afectada, donde el municipio de Natagaima enfrenta una situación crítica con múltiples focos en áreas rurales. La UNGRD ha establecido un Puesto de Mando Unificado (PMU) en la vereda Pocharco para coordinar esfuerzos con la Fuerza Aérea Colombiana, la Policía y brigadas comunitarias.

Un boletín emitido al mediodía indicó una ligera reducción en los focos de incendios, pasando de 31 a 29, gracias al control de seis incendios en San Luis, Chaparral y Bojacá. Actualmente, ocho aeronaves están en operaciones de extinción y hay 192 bomberos en el terreno, respaldados por vehículos y brigadas especializadas.

Las estadísticas son alarmantes: desde enero hasta el 17 de septiembre de 2024, se han registrado 2,279 incendios forestales, afectando a 30 departamentos. En comparación con el mismo periodo de 2023, el área dañada ha aumentado considerablemente, alcanzando más de 137,459 hectáreas en total. Cundinamarca lidera las cifras con 485 incendios y más de 4,426 hectáreas afectadas.

La UNGRD atribuye el incremento de incendios a cambios climáticos que han provocado condiciones más secas y cálidas. Además, el director de la entidad, Carlos Carrillo, advierte sobre el impacto del fenómeno de La Niña, que podría causar inundaciones y deslizamientos en los próximos meses. La UNGRD ha solicitado al Ministerio de Hacienda una adición presupuestal de $700,000 millones para hacer frente a futuras emergencias, una necesidad urgente que aún no ha sido respondida.

Colombia se enfrenta a un desafío significativo para gestionar y mitigar los efectos de estos incendios y las inminentes crisis climáticas. La falta de recursos y la preparación limitada de los cuerpos de bomberos son preocupaciones constantes en este contexto de creciente vulnerabilidad.

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