Desde hace unos 7 años hemos estado observando el giro ideológico de lo que por principios nunca debería ser influenciado por ideologías de ningún tipo y es que lo que se conocía como Cruz Roja colombiana, (esa ONG que todos admirábamos por sus labor humanitaria, su desinterés partidista, su neutralidad y su tradición limpia) se alineó con el Espurio para facilitar en todo momento los movimientos de los narcoterroristas y a su vez consolidar el engaño de una paz que nunca fue el fin de las conversaciones de la Habana.

Desde siempre el pueblo colombiano ha sabido que allí se gestó la jubilación de unos dirigentes del narcoterrorismo que estaban agobiados y extenuados por la vida en el monte y buscando escondidijos a peso.

Esa ONG facilitó todo lo necesario y empezó su declive en el prestigio que mantuvo durante muchísimos años. Ahora con la ayuda humanitaria para nuestros vecinos terminó de confirmar su sesgo al no participar en la entrega de la misma, aduciendo que dichas ayudas no cumplían con el protocolo para considerarse humanitarias parodiando lo que desde Venezuela dice a gritos el dictador atornillado en el poder y sostenido por algunos países que comulgan con esas ideas socialistas del siglo XXI.

El hecho es que dentro del pueblo colombiano está haciendo carrera que esa ONG. , se torció hacia un extremo intolerable y es probable que empiece a declinar el apoyo acostumbrado para sus solicitudes. Al paso que va ya ni sangre le donarán.

Cuando se está ante un hecho incontrovertible de una situación aberrante en cuanto a la violación de los derechos humanos y el estado de hambre en un pueblo no puede haber ninguna consideración política que impida la participación de este tipo de organismos en la atenuación de esas condiciones y lo que se conoce como CRUZ ROJA desechó su participación y muy seguramente es porque desde el principio no la tuvieron en cuenta debido a sus inclinaciones ideológicas ya comprobadas.

Algo parecido ha ocurrido con las delegaciones de la ONU en Colombia que supuestamente recibieron todo el armamento que tenía el narcoterrorismo y certificaron que ese grupo estaba desarmado con unas cuantas caletas que supuestamente estaban localizadas y cuantificadas. Otros que se juntaron para la tramoya del mentiroso proceso de paz que concluyó con un premio comprado por el entonces primer mandatario, que llegó allí por medio del fraude en las elecciones del 2014 y en su primera vez con la imagen de un prohombre combatiente del terrorismo que se forjó con engaños a sus mentores.

Extraña coincidencia en el tiempo para esta zona del mundo con organismos internacionales con el sesgo izquierdoso como los mencionados antes y gobiernos con esa inclinación que apoyan al narcoterrorismo y hacen parte de nuestro cercano vecindario.

También puede ser coincidencia en el tiempo la presencia de miembros del cartel de las comunicaciones en los grandes medios que han servido como campanas de resonancia y divulgación engañosa de las bondades de una paz inexistente. Claro que con sus endebles principios cualquier cosa puede esperarse en este tipo de individuos y de contera de los medios que los contratan y los tienen en su nómina. Todos bailan al son de la coima y del dinero a borbotones que les entregó ese malhadado primer mandatario hasta el 7 de agosto de 2018. Ese tinglado estuvo montado hasta que en junio se ganaron las elecciones y empezó la debacle de ese castillo de naipes.

Ahora todos los implicados en el montaje andan enloquecidos buscando mecanismos para mantener la caña y se están inventando una papeleta para introducirla como adición en las elecciones regionales que pretende defender la paz y muy seguramente la pregunta tendrá todos los artilugios habidos y por haber para defender una paz que no se ha conseguido. La paz es una aspiración universal pero no es esa que pretende dar impunidad a criminales de lesa humanidad que ahora están en el congreso. Esa paz nunca podrá ser paz real.

Postre: “La hoz y el martillo (☭) es un símbolo que representa la unión de los trabajadores, generalmente es usado para representar al comunismo, así como a sus partidos. Está compuesto por un martillo superpuesto a una hoz. Estas dos herramientas son un símbolo del proletariado industrial y del campesinado, respectivamente; el hecho de que estén una sobre la otra simboliza la unidad entre todos los trabajadores”. (WilkipediA)

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Redacción Minuto30

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