¿Homenaje o apología?

Una vez más, estamos enfrentados a la crisis y cambio de valores que ha venido sufriendo Colombia. El “homenaje” hecho al cabecilla de las Farc alias “mono jojoy” es de sobra, uno de los actos de revictimización mas ofensivos contra los afectados por las acciones criminales de ese grupo que, hasta la fecha, sigue siendo denominado como “terrorista” por parte de los EE.UU y la comunidad internacional.

Para esas nuevas generaciones que están escuchando una historia amañanda, les cuento quién fue Víctor Julio Suarez, alias “mono jojoy”. Según información del Ministerio de Defensa de Colombia recopilada desde 1987, al «Mono Jojoy» jefe del bloque oriental de las Farc, se le atribuyeron 105 «acciones terroristas» como emboscadas, incursiones a localidades, secuestros de políticos, industriales, ganaderos y secuestro de aviones. También pesaban sobre él acusaciones de determinar homicidios y atentados contra oleoductos, reclutamiento de menores, violaciones, fusilamientos, narcotráfico, activación de carros bomba y ordenar asesinatos selectivos e indiscriminados contra civiles, políticos, militares y policías, entre otros delitos. No me alcanzan estas líneas para seguir el prontuario.
Lo cierto es que, Colombia asiste a un momento de gravísimo riesgo, hay una nueva generación que viene siendo endulzada- ahora en universidades- con una narrativa justificante de los hechos delincuenciales de las Farc, nos pretenden reescribir la historia de sus horrores con actos como el de “homenajear” a sus cabecillas, a un símbolo del dolor y el terror por muchos años en Colombia.

La apología es entendida como el elogio público de actos o personas que propician o justifican crímenes, pero que además camuflan con retóricas engañosas. En un sentido normativo, el código penal también contempla la apología en el artículo 102. ¿Nos están metiendo homenajes o una apología del delito? Mi parecer es que estamos en frente de auténticos actos de revictimización al pueblo colombiano y una secuencia cada vez mayor de actos apologistas y tremendamente lesivos para la sociedad colombiana.

Mucho cuidado con las universidades, es ahí en donde el apologista disfraza su discurso en palabras de “reconciliación”, es en las aulas y en las mentes inquietas de muchos jóvenes colombianos en donde quieren sembrar la doctrina encubridora del delito y hallar voces nuevas que justifiquen los hechos de dolor que no conocieron
Todo acto de “reconciliación” ofrecido por quienes no reconocen sus delitos, debe ser tomado con beneficio de inventario, puesto que, lo único que supone es el objetivo de seguir sembrando la semilla que por décadas le ha causado tanto males, dolor y lágrimas a Colombia.

Nota: El rector de la universidad Externado de Colombia, Juan Carlos Henao, asesor de la mesa de la Habana, no permitió la entrada de Álvaro Uribe dizque por ser “polémico” pero si permitió la presencia de Andrés París, miembro del secretariado de las Farc.

@hernancadavidma