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Foto tomada de la cuenta de Facebook de la Sociedad Protectora de Animales del condado de Huron

Un hecho sin precedentes se registró en Norwalk, Estados Unidos, donde un hombre llamó a las autoridades para declarar que su perro se disparó en la cara.

Las autoridades llegaron hasta la casa del sujeto, identificado como Jonathan George, donde hallaron al perro de raza boxer tirado en el piso, con una herida de bala en la cabeza.

«(El sospechoso) los dejó entrar en la casa y dijo que su perro se había disparado y que lo había entrenado para que llevara su arma. Les dijo que el perro tenía una pistola en la boca y se disparó accidentalmente; los oficiales no creyeron esa historia”, dijo el capitán de la Policía de Norwalk, Jim Fulton, para el medio local Fox 8.

Luego, el hombre cambió su historia, argumentando que el arma se había disparado cuando él la estaba descargando.

Las autoridades lo capturaron, y tras someterlo a análisis médicos hallaron un contenido elevado de alcohol en su sangre en el momento del tiroteo.

El hombre fue acusado por los delitos de disparar un arma de fuego en estado de embriaguez, disparar un arma de fuego dentro de un municipio y crueldad animal.

Entre tanto, la mascota de 4 años de edad llamada Lula, perdió un ojo durante una cirugía y aún tiene fragmentos de bala alojados en su cabeza.

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Redacción Minuto30

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