El plan era casi perfecto: plantar la marihuana allí donde nadie se atrevería a buscarla: en el recinto del rinoceronte, una bestia de una tonelada de peso famosa por su mal carácter. Es lo que hizo un empleado del Zoo de Salzsburgo (Austria), de 59 años, que tenía acceso exclusivo a esa zona del zoo.

Según han informado los medios austriacos la marihuana estaba muy bien escondida y los rinocerontes no tenían acceso a tan estimulante vegetación.
Con información de quecanteo.com
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