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Foto tomada de Twitter @radio580nic

El pasado miércoles, un hombre de 50 años de edad identificado como David Neal Cox, fue ejecutado mediante inyección letal en la Penitenciaría Estatal de Misisipi, Estados Unidos, tras asesinar a su esposa y violar a su hijastra.

Y es que el sujeto se declaró culpable en 2012, por haber asesinado a tiros a su esposa Kim Kirk Cox, con quien no convivía, y de violar a su hijastra Lindsey Kirk de 12 años de edad en repetidas ocasiones, mientras que la mujer agonizaba.

Luego, tras cometer el crimen y el abuso, Cox retuvo a Lindsey junto con sus hermanos por más de ocho horas en el pueblo de Sherman, hasta que llegó la Policía a liberarlos. Los hechos ocurrieron entre el 14 y 15 de mayo del 2010.

El sujeto fue capturado por las autoridades, y Lindsey confesó que había sido víctima de abusos sexuales de parte de él durante muchos años, pero no lo había denunciado por temor, pues Cox la amenazaba con que la mataría a ella y a su familia si lo delataba.

Por estos aterradores crímenes, el hombre renunció a todo derecho de apelación de la condena, declarándose a sí mismo como «merecedor de la muerte».

Ahora, Lindsey tiene 23 años de edad, y estuvo presente en la ejecución del hombre que abusó de ella y que asesinó a su madre.

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Redacción Minuto30

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