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Manifestantes de la Justicia por Honduras son vistos a las afueras del tribunal federal de Nueva York(EE.UU.), hoy 30 de marzo de 2021. EFE/Peter Foley

Juan Antonio «Tony» Hernández, hermano del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue sentenciado este martes a cadena perpetua más 30 años de prisión por tráfico de narcóticos en un tribunal de Manhattan, donde se destacó que sus actividades delictivas fueron patrocinadas por el propio estado del país y se le acusó de haber «asfixiado» a la nación centroamericana.

«El juicio (…) ha destapado muchos detalles del tráfico de drogas internacional. Corrompe todos los aspectos de la sociedad y en este caso, el tráfico estaba promocionado por el estado», dijo en su sentencia el juez del tribunal del distrito Sur de Nueva York, Kevin Castel.

NO FUE POR POBREZA

En una vista que se alargó durante más de una hora y media, en la que se pudo ver a un Hernández pálido y con semblante serio, Castel detalló la cantidad de cocaína que se estima traficó el hermano del mandatario entre 2004 y 2015 hasta EE.UU., más de 185.000 kilos, lo que según el juez se traduce en 1.500 millones de dosis que habrían tenido un valor en el mercado de 138,5 millones de dólares.

Durante la lectura de la sentencia, el togado también subrayó el hecho de que Hernández creció en el seno de una familia acomodada, que contaba con un título de derecho y que fue congresista, y que por lo tanto no se vio empujado a traficar para tratar salir de la pobreza, como es el caso de otros narcotraficantes.

«Su familia tenía negocios legítimos, incluido un hotel y una farmacia en los que podía haberse ganado la vida de manera honrada», apuntó Castel.

«Era un miembro electo del Congreso de Honduras, y podía haber usado su considerable talento para el bien, pero (…) eligió ir en una dirección muy diferente», agregó el juez, que señaló que Hernández se había mostrado «indiferente» a las consecuencias de sus actos y que esta sentencia debía servir para disuadir a otros narcotraficantes del país de continuar con sus actividades delictivas.

CONDENADO AL PAGO DE 138 MILLONES DE DÓLARES

El juez, que también impuso al hermano del presidente hondureño el embargo de bienes y propiedades por valor de 138,5 millones de dólares, rechazó así de lleno los intentos de Hernández de retrasar nuevamente la lectura de la sentencia, que se produce un año y cinco meses después de ser declarado culpable por un juzgado.

Segundos después de entrar en la sala, Hernández ya le estaba comunicando a su abogado de oficio, Peter Brill, que no estaba «preparado» para la sentencia, y durante los minutos que el juez le dio para hablar, el acusado subrayó que la Fiscalía había ocultado información del caso que le podía beneficiar, y se quejó de la falta de cooperación de su propio representante legal.

Castel, sin embargo, rechazó frontalmente sus argumentos, e ignoró las peticiones de «misericordia» de Brill, que insistió en que aunque se le diera la pena mínima de 40 años, Hernández ya sería un hombre «viejo, enfermo y roto» al salir de la cárcel.

LA SUPUESTA IMPLICACIÓN DEL PRESIDENTE DE HONDURAS

Las palabras más duras contra Hernández vinieron de parte de la Fiscalía, que dejaron clara la conexión que están convencidos tiene el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, con el narcotráfico de su hermano, al mencionarle hasta el 18 veces en un comunicado emitido tras la vista.

En su intervención de este martes, el fiscal Matthew Laroche también acusó a Tony Hernández de haber «asfixiado» a Honduras con la corrupción y le describió como «arrogante», «codicioso» y una persona «especialmente mala» que no ha mostrado arrepentimiento.

«Es una persona especialmente mala que, junto con su hermano, está en el centro de años de tráfico de drogas patrocinado por el gobierno», aseveró.

«No le importa como esto ha afectado a su país», agregó Laroche, que apuntó que el narcotráfico ha convertido a Honduras en «uno de los lugares más violentos del mundo», y que «uno de cada tres hondureños vive en la pobreza».

TONY HERNÁNDEZ APELARÁ LA SENTENCIA

Durante la propia vista, el abogado de Hernández confirmó que presentaría una apelación, y que también se iniciaría el proceso para cambiar de abogado tras el evidente descontento del hondureño.

Tras la sentencia, y mientras los alguaciles se llevaban a un Hernández que nunca se mostró derrotado, varias personas entre el público celebraron con gritos la sentencia.

«¡Justicia para Honduras! A ver si le dices a tu hermano delincuente que deje en paz a nuestro país», dijo a escasos metros del acusado Víctor Manuel Guevara, un hondureño residente en el vecino estado de Nueva Jersey que acudió a ver el juicio.

A las puertas de las cortes neoyorquinas, medio centenar de hondureños festejaban la sentencia de cadena perpetua entre vítores y cánticos.

«Esto era todo lo que los hondureños esperábamos, que el juez le diera cárcel de por vida porque ha hecho muchísimo daño en nuestro país junto con su hermano y todos sus allegados», explicó a Efe Guevara rodeado de compatriotas.

«Creo que es un día victorioso para Honduras. El pueblo hondureño está muy contento y muy satisfecho, es una de las tantas victorias que vienen», vaticinó. Nueva York, 30 mar (EFE) | Helen Cook

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