Proceso de paz
Fotografía fechada el 24 de noviembre de 2016 de la ceremonia de la firma del acuerdo de paz en Bogotá (Colombia). EFE/Mauricio Dueñas Castañeda/Archivo

Bogotá, 25 may (EFE).- El recrudecimiento de los enfrentamientos entre grupos armados ilegales y de estos con las fuerzas de seguridad del Estado, así como el aumento de la vulnerabilidad por la pandemia afectaron la implementación del acuerdo de paz firmado entre el Gobierno colombiano y las FARC, según un informe presentado este martes.

El informe, presentado virtualmente por el Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos), especializado en estudios de paz y miembro del componente internacional de verificación del acuerdo colombiano, analiza su implementación en el período comprendido entre diciembre de 2019 y noviembre de 2020.

«El recrudecimiento de las confrontaciones armadas entre grupos armados ilegales y entre estos y la fuerza pública en numerosos territorios estratégicos para la construcción de paz» fue uno de los factores que afectó la implementación del acuerdo firmado por el Gobierno colombiano en 2016 con las FARC, ahora convertida en el partido político Comunes, según el documento.

En el informe «El Acuerdo Final de Colombia en tiempos del COVID-19: apropiación institucional y ciudadana como clave de la implementación», el instituto asegura que hay «amenazas, asesinatos selectivos, masacres y otras formas de violencia contra personas defensoras de derechos humanos, personas que lideran causas sociales y ambientales y personas en proceso de reincorporación».

El documento explica que en la dinámica de estas confrontaciones fue «determinante» el incremento de acciones armadas de grupos que no se acogieron al proceso de paz, reconocidos en la opinión pública como «disidencias».

El instituto detalló que el segundo factor está relacionado con las «restricciones a la movilidad e intensificación de las condiciones de inequidad y vulnerabilidad ante la propagación de la pandemia de covid-19, que, en particular, han dificultado los procesos participativos fundamentales para la implementación» del acuerdo.

METAS DE LARGO PLAZO

En 2016, el Gobierno de Colombia y las FARC firmaron un acuerdo de paz con el que se sellaron los compromisos para «contribuir a las transformaciones necesarias para sentar las bases de una paz estable y duradera».

Los puntos básicos se referían a una «reforma rural integral», «participación política y apertura democrática para construir la paz», el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de las armas.

También la reincorporación de las FARC a la vida civil, garantías de seguridad para los defensores de derechos humanos, una «Solución al Problema de las Drogas Ilícitas» y el resarcimiento a las víctimas.

El documento presentado hoy señala que después de cuatro años de la firma, la implementación muestra una «dinámica de pocos cambios, pero orientada a alcanzar metas de largo y mediano plazo».

Apunta que atrás quedaron los cambios acelerados en el proceso registrados en los primeros dos años después de la firma, en los que se consolidaron la mayoría de compromisos de corto plazo, fundamentales para sentar las bases de la implementación.

AVANCES Y ESTANCAMIENTOS

Frente a los niveles de aplicación de los 578 compromisos firmados por las partes, el instituto indicó que las disposiciones implementadas en su totalidad aumentaron dos puntos porcentuales durante el 2020.

A la fecha de corte del informe, el 28 % de las disposiciones estaba implementado completamente, en contraste con un 26 % en 2019.

Un 18 % de disposiciones estaba en un nivel de avance intermedio, es decir, está en camino a ser completado en el tiempo establecido, a diferencia del periodo anterior en el que estaba en un 16 %.

Otro 35 % de los compromisos se mantienen en «estado mínimo» en este periodo, lo cual significa que simplemente comenzaron a ejecutarse pero no han avanzado.

El 19 % restante de las disposiciones estaban sin empezar a ser ejecutadas, disminuyendo cinco puntos porcentuales en comparación con el periodo previo, en el que el 24 % de las disposiciones se encontraba en estado no iniciado.

«El Instituto Kroc considera que la exitosa implementación del Acuerdo Final requiere que las ambiciosas reformas estructurales y cambios institucionales consignados en el texto del Acuerdo sean acompañadas por transformaciones que se sientan a niveles personal y comunitario», puntualiza el documento.

La embajada de EE.UU. en Bogotá aseguró que el Gobierno de ese país respalda ese informe y tendrá en cuenta sus conclusiones para «dar forma» a la «asistencia continua hacia la implementación de la paz».

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Redacción Minuto30

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