Gestora Cultural

Gestora cultural, Gloria Zea, fue la última directora de Colcultura antes de ser Ministerio de Cultura. Nadie duda de su capacidad gestora y decana de la facultad de Artes de la Universidad de los Andes. Tuvo por años la dirección del Museo de Arte Moderno de Bogotá, fue su curadora y consiguió pasar de 80 cuadros a más de 3.000 mil obras de arte internacional en sus más de 45 años de gestionar exposiciones, galerías permanentes, conferencias y foros con invitados de países europeos.

No sabemos si llegó a tener entre sus expositores a Ramón Vásquez y si fue admiradora de Francisco Cano y Eladio Vélez. Fue una enamorada de la Ópera, de las Orquestas sinfónicas y filarmónicas, de los coros, de solistas como Placido Domingo, trayendo a Colombia Aídas, Rigolettos y Cármenes al teatro Colón.

Tuviera a bien Gloria Zea, aprovechar su buen apellido y la referencia del padre de sus tres hijos, para gestionar el tema cultural que conocía con lujo de detalle. Muchos de los lectores saben de lo difícil que es gestionar un concierto en una tarima municipal para Marta Senn, Zoraida Salazar, y sin exagerar para Arelis Henao. Hoy, los festivales de cine, son los nuevos valores agregados a la cultura nacional y empieza el año con un Hay Festival en la Cartagena de turistas, que buscan calor tropical, más casi nada para los vallenatos de Vives en la plaza de Bolívar en Manizales.

La cultura en Colombia es una misión, toca la gente, rescata la memoria colectiva de los ciudadanos en las distintas subregiones de Colombia. Se cuentan en los dedos de la mano los ministros de cultura que saben del tema. Pareciera la cultura fuera una mafia elitista. Gloria Zea, gestora de una inmensa minoría, no muy preocupada por la microhistoria cultural. Colcultura gestionaba con menos presupuesto programas de lectura y hoy ministerio, parece deteriorar la gestión cultural, de un país que apenas comienza a conocer su propia identidad nacional. Reconocer a Gloria Zea, gestora cultural, que por años será admirada por aportar desde su elite a la gran variedad de ritmos, costumbres y tradiciones nacionales.

Gloria Zea, nunca respondió la pregunta: si la ópera es un espectáculo elitista?