El primo del actor Rami Malek, Fadi Esam, posa con una foto en las manos del actor estadounidense, en la que fue la casa de los padres del actor, en Faltauz (Egipto), antes de emigrar a Los Ángeles en 1978. "Mi primo ganó un Óscar, esto no es algo normal. EFE
El primo del actor Rami Malek, Fadi Esam, posa con una foto en las manos del actor estadounidense, en la que fue la casa de los padres del actor, en Faltauz (Egipto), antes de emigrar a Los Ángeles en 1978. "Mi primo ganó un Óscar, esto no es algo normal. EFE
El primo del actor Rami Malek, Fadi Esam, posa con una foto en las manos del actor estadounidense, en la que fue la casa de los padres del actor, en Faltauz (Egipto), antes de emigrar a Los Ángeles en 1978. "Mi primo ganó un Óscar, esto no es algo normal. EFE

El primo del actor Rami Malek, Fadi Esam, posa con una foto en las manos del actor estadounidense, en la que fue la casa de los padres del actor, en Faltauz (Egipto), antes de emigrar a Los Ángeles en 1978. «Mi primo ganó un Óscar, esto no es algo normal. EFE

Hasta las 3.00 de la madrugada no se escuchó ni un suspiro en Faltauz, una pequeña aldea de apenas 350 habitantes situada cuatro horas al sur de El Cairo, en la que habitualmente los viandantes caminan sin hacer mucho ruido entre burros y rebaños de ovejas.

Entonces, en el otro lado del planeta, en Los Ángeles, el nombre de Rami Malek salía de los labios de Gary Oldman y Allison Janney y el pueblo entero retumbó de alegría mientras el primo de muchos de los allí sentados subía a recoger el Óscar a mejor actor por su actuación en la película «Bohemian Rhapsody».

«Festejamos con galletas y refresco, también con petardos que habíamos comprado antes porque teníamos la esperanza de que consiguiera el premio», confiesa Ezam Fauzi Malek, primo del actor.

Faltauz, una diminuta aldea de la provincia de Minia, en el centro de Egipto, fue la casa de los padres de Malek hasta que decidieron emigrar a California en 1978.

La aldea, de mayoría copta, apenas cuenta cuatro calles sin asfaltar adornadas con cruces y pintadas dedicadas a Jesucristo, en las que nunca se oye nada tras la puesta del sol. La madrugada del lunes fue una excepción.

«Estábamos tan emocionados que nadie durmió hasta el día siguiente», asegura Fadi Esam, un joven de 24 años con una foto en las manos del actor estadounidense de quien también es primo.

Con una sonrisa y un resplandor en los ojos, Esam cuenta desde la casa que vio crecer a los padres de Rami Malek que se emocionó cuando vio al joven actor subir a coger el premio.

«Mi primo ganó un Óscar, esto no es algo normal. Cuando voy por la calle ahora ando con orgullo. Al día siguiente la gente me felicitó como si yo hubiera ganado el premio», cuenta entre risas.

Además asegura que desde que Rami Malek consiguió el Globo de Oro en el pueblo veían «muy probable que le dieran el Óscar».

Y es que los pasos del protagonista de «Bohemian Rhapsody», un desconocido en el resto de Egipto hasta hace unos meses, fueron siempre muy seguidos por sus vecinos, que todavía recuerdan la única visita que hizo a la aldea en 2003 como si fuera ayer.

«Cuando vino al pueblo mi padre y mi abuelo le pusieron una galabeya (chilaba tradicional) y dieron un paseo a caballo por el campo», recuerda Esam, que lamenta que desde entonces no haya podido hablar con él.

De su única visita, los vecinos de Faltauz recuerdan su cariño y amabilidad, pero también sus dificultades para hablar en árabe.

«Era muy cariñoso, intentaba hablar con la gente y si no le entendían, simplemente les abrazaba.

Sin una sonrisa en su rostro, él es así», rememora Fauzi Malek sobre el artista.

A pesar de que Rami Malek nunca llegó a vivir en Egipto y no hable un árabe fluido, él mismo reivindica sus raíces de un pueblo que ya lo ha bautizado como «faraón egipcio».

El actor admitió en la rueda de prensa posterior a la gala que creció escuchando a la icónica cantante Um Kulthum y viendo las cintas del actor egipcio Omar Sherif.

«A medida que fui creciendo, me fui dando cuenta de la belleza de mi patrimonio y mis tradiciones (…) ahora me siento muy privilegiado de poder representarla», declaró Malek a los medios en medio de aplausos.

Es por sus logros y por recordar sus raíces que el nuevo faraón de Faltauz está causando furor entre los jóvenes egipcios, que expresan la devoción que sienten por el actor a través de las redes sociales.

«Rami es el orgullo de todo Egipto, no solo de la familia», sentencia Esam.

Carles Grau Sivera y Shady Roshdy EFE

Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio