fracaso francés en Sudáfrica ya pisa terrenos de alta política.

El líder de la ultraderecha francesa, Jean-Marie Le Pen, dijo que el equipo está en crisis porque se lo transformó en «una bandera del antirracismo».

«Que haya dos blancos en el equipo de Francia nos deja claro que hay una voluntad política de imponer una imagen de Francia que no es tal, al menos por ahora», dijo el líder ultraconservador.

Los malos resultados deportivos y la reiteración de escándalos dentro del seleccionado galo en el Mundial de Sudáfrica comienza a traspasar los límites deportivos y ya alcanza al terreno político.

Le Pen consideró que había una «voluntad política» en hacer del equipo «una bandera del antirracismo» y así imponer una «imagen» que no es la real del país.

Interrogado por la cadena I-Télé respecto a los malos resultados y a la crisis de los »Bleus», el político consideró que la debacle fue «merecida», y que se trata de un «asunto por completo político».

«Yo he detestado la politiquería que hizo del equipo (de fútbol) de Francia una bandera del antirracismo en lugar de serlo del deporte», había declarado poco antes el presidente del Frente Nacional (FN).

Con respecto a la ministra de Deportes Roselyne Bachelot, a quien su hija Marina Le Pen pidió la renuncia, el líder del FN consideró que ésta está tan «capacitada para hablar del deporte (en general) como yo para ser una monja».

El que también salió a criticar al seleccionado fue el ex ministro de Deportes, Bernard Laporte, quien pidió que todo el sistema de administración del fútbol del país cambie como consecuencia del escándalo.

«Tienen que llamar a alguien de fuera para que diga a los jugadores que pongan algo de corazón. No es normal. ¿Dónde está el presidente de la Federación? ¿Qué está haciendo Raymond? ¿No hay nadie al mando?», remató Laporte.

FUENTE: AFP