La mayor y más prestigiosa organización solidaria de Pakistán alertó este jueves de que muchas muertes por el coronavirus no están siendo registradas como tales debido a que las familias quieren celebrar funerales religiosos, con el peligro que esto supone para la propagación del virus en el país, que ha confirmado hasta ahora 1.123 casos y ocho muertes por el COVID-19.

«Las familias no quieren declararlos como pacientes de coronavirus para poder enterrarlos en un funeral religioso y llevar a cabo rituales como el lavado del cadáver», dijo a Efe Faisal Edhi, presidente de la Fundación Edhi, la principal institución benéfica del país centrada principalmente en la salud.

La fundación cuenta con cámaras frías y las familias, sobre todo pobres, les llevan los cadáveres para que los conserven hasta que celebran los funerales.

El presidente de Edhi indicó que sospechan que han recibido varias «docenas» de cadáveres de personas fallecidas por coronavirus, pero que no han sido registradas como tales, y que además han visto un aumento de las muertes.

Faisal, hijo del fallecido Abdul Sattar Edhi, fundador de la organización y héroe nacional, indicó que si los declarasen como sospechosos de haber contraído el virus COVID-19 no podrían enterrarlos de la manera habitual.

Además, indicó que hay familias que no llevan a sus muertos a la Fundación Edhi y los están enterrando por su cuenta.

«La religión (…) es un problema», afirmó el filántropo, en referencia a que las familias quieren celebrar los funerales siguiendo las instrucciones del islam, que establecen la necesidad de lavar el cuerpo y envolverlo en una mortaja.

Una costumbre contraproducente, ya que autoridades sanitarias aconsejan a quienes transportan cuerpos de personas que han muerto por COVID-19 que usen máscaras sobre la boca y la nariz porque los cuerpos pueden exhalar el virus cuando son movidos.

Faisal también informó de que «miles» de personas con síntomas del virus están siendo rechazados en los hospitales por la falta de capacidad para poder hacerles los test y tratarlas.

FALTA DE CAPACIDAD

«No creo que Pakistán esté preparado para hacer frente a esta crisis. Pakistán tiene pocos recursos y una población enorme con poca capacidad para cooperar», indicó.

«Hay instrucciones (cuarentena, distancia social), pero la gente no está cooperando y, si sigue así, las comunidades van a sufrir mucho al final», sentenció.

Pakistán tiene un población de 207 millones de habitantes y según datos del Banco Mundial menos de un médico por cada 1.000 habitantes y unas 132.000 camas de hospital, de acuerdo con el Gobierno.

El país atraviesa, además, una difícil situación económica, que requirió el año pasado un rescate por valor de 6.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional.

Un mes después de confirmarse el primer caso de coronavirus, algunos hospitales ya se enfrentan a problemas.

SIN MATERIAL

«Algunos sanitarios se están comprando el equipo (de protección) ellos mismos y otros siguen sin ellos», dijo a Efe el presidente de una asociación de médicos jóvenes, Asfand Yar Khan.

Varios sanitarios amenazaron con declararse en huelga por la falta de material, pero al final dieron marcha atrás.

A pesar de la negativa de aplicar un confinamiento nacional por parte del primer ministro, Imran Khan, todas las provincias implantaron a principios de semana cuarentenas más o menos laxas con el apoyo del poderoso Ejército.

Además, se ha suspendido el servicio de trenes en todo el territorio, el de vuelos internacionales y nacionales, y se han cerrado las fronteras terrestres con China, Afganistán, la India e Irán, puerta de entrada del virus en el país.

EFE

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Minuto30 Agencias

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