Desde que la oposición venezolana, en legítima competencia electoral, le arrebató las mayorías en la Asamblea Nacional al chavismo en Venezuela, agrupado bajo el Partido Socialista de Venezuela, se pensó que las cosas en ese país comenzarían a cambiar y por unos meses hubo euforia. Pero no tardó el régimen en dejar claro que esto no sería obstáculo para seguir adelante con la revolución bolivariana.

Esta semana, quien funge como presidente, a la sazón un dictador, expidió un decreto que le otorga cualquier cantidad de facultades, que el Tribunal Supremo, sin tener competencia para pronunciarse al respecto, avaló sin ningún empacho, decreto que prácticamente deja maniatada a la Asamblea Legislativa, pues cualquier decisión que en este poder se tome con relación a las facultades que se autoconfirió el presidente, ningún efecto práctico tendrá. Tal es la situación que esto ha sido llamado “el fujimorazo”, para hacer referencia al autogolpe de estado que dió Fujimori en el Perú en 1992 cuando clausuró el congreso.

Esto de por sí muy grave, pero lo peor es la falta de solidaridad de otros gobiernos. Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), le envió una carta a Maduro, en un lenguaje inusual tratándose de quien la dirigía y a quién se la dirigía, pidiéndole que permitiera la realización del referéndum revocatorio, ya que cuando las cosas llegaban al nivel que se encontraban en ese país, era el pueblo, como legítimo depositario de la soberanía, quien tenía la última palabra, no hacerlo lo convertiría en un dictadorzuelo.

El también uruguayo y expresidente de este país, José “Pepe” Mujica, se refirió al presidente venezolano diciendo que “está loco como una cabra”. El presidente argentino, Mauricio Macri, desde que tomó posesión de su cargo en diciembre pasado, viene abogando para que en Venezuela se den soluciones y ha criticado el gobierno de este país.
Como puede verse, apenas un presidente en ejercicio y un alto diplomático han tomado abiertamente partido por la grave situación de Venezuela, que por elemental solidaridad es la actitud correcta.

Se sabe que de Ecuador, Bolivia o Nicaragua no habrá una condena, al menos públicamente, pero el silencio de otros países como Panamá, pero sobre todo de Colombia, da tristeza y resulta inexplicable, porque Venezuela es una nación hermana y por tanto sus habitantes son también hermanos nuestros, un país que ha acogido a tantos colombianos, son tantos los lazos y de tan vieja data, que casi es una obligación la solidaridad de este país con nuestro hermano vecino.

Pero no, ya no es un secreto que aun cuando muchos se ufanan de que este país ha tenido una exitosa política exterior, los hechos demuestran lo contrario, no es sino pensar en el manejo que se le ha dado a las demandas que ha interpuesto Nicaragua contra Colombia ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya (Holanda) para hacerse a territorio colombiano, lo cual ya logró, y por supuesto, en el tema Venezolano, en este último caso con dos argumentos pueriles y muy poco creíbles: que se horadaría el apoyo que el gobierno de este país le está dando al mal llamado proceso de paz y la no injerencia en los asuntos internos de otro estado.

Será que la situación de la permanente y sistemática violación de los derechos humanos por parte del gobierno a su propio pueblo, la evidente violación al régimen constitucional y a la institucionalidad, la crisis humanitaria que se vive, la persecución y encarcelamiento de la oposición, los índices de inseguridad, con los homicidios a la cabeza, muchos de los cuales son aupados por el propio gobierno, no incumbe a otros países, en particular a Colombia?

En un claro apoyo a la gestión que internacionalmente viene realizando Lilian Tintori, la esposa del encarcelado líder opositor venezolano, Leopoldo López, la semana pasada los expresidentes Alvaro Uribe, Andrés Pastrana, Belisario Betancur y César Gaviria, estuvieron en el lanzamiento que ella hizo en Bogotá del libro de su esposo, “Preso pero libre”, con foto incluída. Aguerrida mujer, que junto con María Corina Machado, a quien el régimen la despojó de su investidura de diputada a la Asamblea Nacional y Mitzy Capriles de Ledezma, esposa del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, también encarcelado, son las voces que andan por el mundo denunciando lo que ocurre en Venezuela. Qué contraste: estas mujeres solo armadas de valor y exponiéndose a lo peor denunciando por todo el mundo lo que pasa en su país, mientras que jefes de estado con todo el poder se limitan a guardar cobarde silencio.

A todas estas qué dirá el inefable Ernesto Samper, a quien este gobernó postuló para la secretaría de Unasur, el organismo que crearon Hugo Chávez y Néstor Kirchner para conseguir lacayos en América Latina, de lo que ocurre en Venezuela, de quien no podemos olvidar el año pasado se hizo al lado de Maduro cuando este decidió expulsar miles de compatriotas de ese país?

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Redacción Minuto30

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