
Foto cortesía.
A continuación replicaremos información suministrada por la revista Cosmopolitan sobre los pasos para alcanzar el nivel máximo de satisfacción.
¡Toma nota!
1. Ve al baño y vacía totalmente tu vejiga.
2. Ponte de cuclillas; si la posición se te dificulta recárgate en la pared o, de plano, siéntate en una silla con las piernas abiertas y la pelvis hacia adelante.
3. Coloca un recipiente por abajo y ten una toalla cerca de ti. Como se trata de un ejercicio práctico, tal vez no estés excitada, así que usa lubricante.
4. Explora la cara interior frontal de tu vagina con el dedo ligeramente curvado. Toca con suavidad y paciencia hasta encontrar una zona blanda y estriada.
5. Si ya estás ahí, con una presión que te resulte agradable, rózala, oprímela y desplázala suavemente. Deja que las sensaciones se apoderen de ti. Seguramente se presentará algo muy similar a la urgencia de orinar, así que no la contengas.
6. Sentirás que se derrama un líquido tibio. Puede ser mucho o muy poquito. Recógelo en tu recipiente y luego examínalo. En muchas ocasiones se mezclará con orina, pero la diferencia es evidente.
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