Estos son los últimos escándalos más turbios del príncipe Carlos

El príncipe Carlos no es ajeno a los escándalos, protagonizando varios desde su juventud, sin embargo siempre habían sido sobre problemas personales y amorío, a diferencia de los dos últimos que ya estarían rondando delitos graves ante la ley.

El primero estuvo relacionado con el sacerdote Peter Ball quien fue acusado y condenado por abusar de 18 menores entre las décadas de 1970 y 1990, el cual presuntamente habría estado amparado bajo la influencia del príncipe.

Ball fue denunciado por primera vez en 1993 por Neil Todd y finalmente fue condenado en el 2015, sentenciado a pagar 32 meses de prisión.

De acuerdo a la investigación, estos se encontraron varias cartas del príncipe en posesión de Ball, en las cuales este le indicaba que este intercederá por él para que continuara ejerciendo como sacerdote, promesa que cumplió, lo que permitió que Ball continuará cometiendo abusos a menores.

El príncipe Carlos corroboró que en efecto le escribió a Ball pero que su intención era de apoyo y simplemente intentaba ser educado, reconociendo que estas lo pondrían como cómplice del delito de violación a menores.

Sin embargo este argumentó que fue “engañado por Ball, junto a muchos otros”, dejando claro que “nunca usó su influencia para condicionar las actuaciones de la iglesia ni de ninguna autoridad relevante, sus pensamientos están con las víctimas”.

Finalmente no fue relacionado con la investigación mientras Peter Ball falleció el pasado 21 de junio.

Fue justo a principios de este 2019 que llegó el segundo escándalo grave para el príncipe Carlos, cuando fue relacionado con un caso de lavado de dinero, durante una investigación que reveló que una institución que preside el miembro de la realeza registró tres transferencias por 200 mil dólares entre 2009 y 2011, la cuales provenían de un empresario ruso cercano al presidente Vladimir Putin.

Ante estos señalamientos se argumentó que “las fundaciones del príncipe de Gales operan de modo independiente en lo que se refiere a todas su decisiones sobre recaudación de fondos”, el mismo argumento utilizado para desligarse del caso de Ball, no estaba enterado de la actividad criminal a la que se le vincula.