Aunque es una práctica bastante común, ya sea en casa, o en la oficina, comer frente al computador es más peligroso de lo que parece. El escritorio de trabajo es considerado uno de los ambientes más contaminados que existen, el teclado, mouse y mesa contienen alrededor de 400 veces más bacterias que un baño.
Así mismo, una investigación desarrollada por la Universidad de la Ecología Humana, en Ucrania, indicó que “el campo electromagnético de la computadora destruye la estructura molecular del agua y la comida, haciéndolos nocivos para nuestra salud”.
Los científicos colocaron frente a una computadora una serie de alimentos y luego los analizaron. Los resultados arrojaron que la estructura molecular de los alimentos se ve afectada de manera negativa y eso tiene consecuencias en nuestro organismo.
Esto hace que los alimentos pierdan propiedades y muchas veces generen trastornos y enfermedades en el organismo. “Los efectos negativos de los alimentos pueden desarrollar a largo plazo trastornos como la enfermedad de Alzheimer o Parkinson”.
En referencia a la contaminación y las bacterias presentes en nuestro ambiente de trabajo. Estas pueden causar descompensaciones, enfermedades o malestares estomacales. Por ello, es recomendable desinfectar el lugar antes de poner nuestra comida sobre el escritorio y nuestras manos antes de empezar a comer.
Aquí cinco razones para no comer en el escritorio.
1 – Si comemos en el mismo escritorio de trabajo es muy probable que comamos más cantidad, pues no tomamos conciencia de lo que comemos, sino que seguimos en el trabajo.
2 – Tenemos más probabilidades de sufrir problemas de digestión, porque no masticamos correctamente y además, porque la comida ingresa al organismo en un clima de tensión propio del trabajo y las obligaciones.
3- Perdemos el descanso tan necesario para que nuestra cabeza y el resto del cuerpo rindan correctamente.
4- No disfrutamos de la comida. No podemos saborear lo que comemos ni tampoco disfrutar de un momento grato.
5 – Puede ser poco higiénico comer mientras trabajamos, pues si cada bocado se mezcla con la mano que toca el teclado del ordenador, debemos saber que este como el ratón, suelen concentrar gran cantidad de gérmenes, al igual que un libro o un papel que pasa de persona a persona y de mano a mano.
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