Estas son las cartas azules para la Gobernación de Antioquia

Minuto30.com-. Tres precandidatos buscan el aval del Partido Conservador para pelear por el primer cargo del departamento en octubre.

En Antioquia el Partido Conservador tomó la decisión de tener candidato propio a la Gobernación de Antioquia y ese candidato deberá ser elegido en abril. Por ello, los tres precandidatos azules: Marta Ramírez, independiente, César Eugenio Martínez, de “Los Colantos”, y Carlos Mario Montoya, del “Eje Itagüí-Valle de Aburrá”, comienzan un trimestre definitivo para sus aspiraciones y, por eso, destapan sus cartas para buscar los apoyos necesarios de los dirigentes conservadores.

Carlos Mario Montoya, la carta para una alianza con la Unidad Nacional:

El exdirector del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Carlos Mario Montoya, presenta su precandidatura desde la integración entre lo urbano y lo rural para garantizar el desarrollo sostenible, la productividad rural y la seguridad territorial desde el Valle de Aburrá hacia las otras ochos regiones de Antioquia, al sostener que “que si queremos, como Partido Conservador, devolverle la esperanza a los campesinos, si queremos, como Partido Conservador, devolverle la esperanza a esos habitantes de las regiones y los municipios más apartados de Antioquia, tenemos que conquistar el favor de los ciudadanos del Valle de Aburrá”.

Montoya, quien además ya ha sido diputado y Secretario de Salud de Antioquia, cuanta con el respaldo de diferentes grupos políticos de la Unidad Nacional, como el de los conservadores de la Senadora Nidia Osorio y el Representante Nicolás Echeverry, los de la U de Juan Felipe Lemos y algunos dirigentes liberales, por lo que una eventual candidatura podría ser apoyada por la Unidad Nacional.

César Eugenio Martínez, la carta para una alianza con el uribismo:

El exdiputado César Eugenio Martínez, quien cuenta con el apoyo del grupo del Senador Juan Diego Gómez y del dirigente azul Jenaro Pérez y quien además es cercano a algunos dirigentes uribistas, se lanzó, nuevamente, como precandidato conservador con un objetivo claro: ganarse el aval para buscar una alianza con el Centro Democrático del expresidente Álvaro Uribe con el fin de presentarle a los antioqueños una candidatura con propuestas para el campo, la seguridad y la educación de Antioquia.

“Sin darnos miedo de que el Presidente de la República se vaya a molestar, la Gobernación de Antioquia tiene que estar en manos de los dirigentes antioqueños y yo sí invito a que el mensaje sea directo al Centro Democrático, para que en cabeza del doctor Álvaro Uribe Vélez y todos sus miembros, al unísono, volvamos por Antioquia. No nos podemos dejar distraer de otras intenciones, buenas en la política, pero yo si quiero que Antioquia se revuelque y no de otra vez un paso al vacío”, señala Martínez.

Marta Ramírez, la carta independiente que busca la unidad del conservatismo:

En medio de la división del Partido Conservador entre uribistas y santistas, emergió la aspiración de Marta Ramírez, la ex Representante a la Cámara, quien propone su nombre como precandidata a la Gobernación para buscar la unidad de los conservadores en torno a su nombre y así pelear ese cargo en octubre contra los candidatos del fajardismo, el uribismo y la Unidad Nacional.

“Necesitamos recuperar la Gobernación de Antioquia porque se perdieron oportunidades fue para los antioqueños. Y el factor que incidió en esa pérdida de la Gobernación fue la falta de diálogo y de unidad del partido. Y no nos cansaremos de llevar esa bandera de hacer un trabajo denodado por la unidad del partido”, explica la precandidata.

El Partido Conservador, según su presidente nacional, David Barguil, buscará como primer mecanismo para la elección del candidato único a la Gobernación de Antioquia, el consenso. Si este no es posible, como parece ser, se realizará una convención para que los militantes de la colectividad elijan a su candidato al primer cargo del departamento, porque, según los corporados y dirigentes azules, se evitará realizar una consulta popular como la de 2011, que dejó más dividido al Partido Conservador.