Estamos en octubre, Mes del Artista. Por: Ariel Peña

Desde 1977, las organizaciones afiladas a la federación sindical UTRECOL(unión de trabajadores colombianos del espectáculo y la comunicación) conjuntamente con ACOTV(asociación colombiana de televisión) sindicato que afiliaba a los trabajadores del desaparecido instituto nacional de radio y televisión INRAVISION, proclamaron a Octubre como el mes del Artista Colombiano, buscando principalmente la dignificación de una profesión en donde solamente se veía por parte del estado los “homenajes póstumos” de la misma manera la seguridad social de los trabajadores del arte especialmente en pensiones sigue siendo una quimera, incumpliéndose los artículos 70 y 71 de la constitución Nacional, que ordena estímulos a personas que ejerzan esa actividad.

Las organizaciones internacionales UNESCO y OIT, reconocen que los Artistas son trabajadores, y que los estados les deben brindar la protección social requerida, con lo cual en el mes del arte nacional colombiano como también se le denomina de acuerdo a la ley 881 de 2004, se debe reflexionar profundamente sobre la difícil situación social y económica de la mayoría de exponentes de nuestra cultura que han dedicado su vida en favor de las expresiones musicales, escénicas, plásticas y literarias, entre otras, para que se materialice la pensión de los Artistas al llegar a la edad de jubilación, con los recaudos de la estampilla procultura y recursos públicos, beneficiando si es posible a la totalidad de creadores y gestores, ya que esto sería un acto de elemental justicia, subrayando que el congreso de la Republica tiene la palabra.

También en el mes del Artista es paradójico que por la contumacia del Alcalde de Bogotá, se tenga cerrada la plaza de toros la Santamaría, recordando que la tauromaquia también es reconocida como expresión artística de acuerdo a la ley 916 de 2004, resaltando que Gustavo Petro siendo congresista voto a favor de la misma, con lo cual muestra su absoluta incoherencia; en esas circunstancias para no seguir perjudicando al gremio taurino, negándole el derecho al trabajo a cientos de personas, el burgomaestre debe de cumplir rigurosamente con la sentencia de la Corte Constitucional, comenzando lo más pronto posible con las reparaciones que amerita el coso, para reabrir la Santamaría en el plazo estipulado por el alto tribunal, que es de 6 meses a partir de los primeros días del pasado mes de septiembre.

Pero Petro pretende dilatar al máximo la apertura de la Santamaría, buscando artilugios para acabar con la fiesta brava, no solo en la capital de la Republica, sino en todo el país, lo cual sería violatorio del derecho de las minorías y atentatorio a la diversidad cultural que hacen parte del bloque de constitucionalidad por los tratados internacionales, advirtiendo que el estado Colombiano los debe acatar sin excusas.

No está por demás recordar que prácticamente todas las organizaciones sindicales del arte, la cultura y el espectáculo en el país, se encuentran afiliadas a la confederación general del trabajo CGT, entidad de tercer grado que siempre ha dado muestras de solidaridad con los trabajadores de un sector que en su inmensa mayoría ha sido olvidado por los gobiernos, pero que sin embargo aspira más temprano que tarde a lograr sus reivindicaciones inmediatas e históricas, comenzando por la dignificación de su profesión mediante una seguridad social, acorde con quienes son los mejores representantes de la identidad Nacional, que indudablemente son los Artistas.