En uno de sus tradicionales comunicados escuetos y con la simpleza del anuncio, el Deportivo Independiente Medellín informa la finalización del contrato de cuatro de sus jugadores.

La salida de Robert Harrys que para mi consideración pasó por nuestro equipo sin pena ni gloria, es la evidencia de lo que precisa el “Embeleco de don Raúl” a la hora de autorizar contrataciones a bajo costo como la de este tipo de jugadores que dan como resultado, un aporte tan pobre que salen siendo caros en una nómina.

Una vez más se corrobora la inoperancia del grupo asesor en contrataciones del “Equipo del Pueblo” encabezado por el director técnico de turno quien finalmente es el que da el Si para la llegada de cualquier jugador y más si son normalitos como la de este cartagenero.

Quizás la de mayor expectativa y que generó cierta ilusión por su trayectoria al momento de su arribo, fue la de Javier Reina. Al final, el caleño terminó relegado a la banca y se convirtió para la poderosa hinchada en un jugador de chispazos en el tiempo que estuvo portando la ‘Sagrada’.

Reina fue simplemente un jugador de partidos como para destacar su presencia en el ‘Decano’. Hubo momentos que provocaba sacarlo del estadio en hombros, pero otros, que generaba era malestar y desconcierto por parte de la poderosa hinchada. Su no renovación de contrato estuvo más que justificada.

Lo de Leonardo Castro era quizás una petición del seguidor del ‘Medallo’. Existía un malestar generalizado hacia el “Chacho” y más por la actitud no solo en su juego sino como profesional al exigir aumentos con tan baja producción goleadora.

Para nadie es un secreto que Castro presentó un momento estelar en el Medellín hasta el punto de su compra. Fui uno de los tantos que confiamos en un jugador que se veía con gran futuro y proyección. Infortunadamente terminamos con la desilusión hacia el caucano que nos generó fue rabia y malestar por su poca o nula efectividad en el arco contrario. Cada uno podrá sacar su propia conclusión de un delantero que con 128 partidos, marcó en 40 oportunidades portando la ‘Sagrada’.

Confieso que lo de Agustín Vuletich para mi fue toda una sorpresa su salida, siempre consideré que el argentino cumplió con su tarea y compromiso en su llegada al Deportivo Independiente Medellín y por ello merecía por lo menos una o dos temporadas más.

El argentino por su procedencia de equipo chico llegó sin mucho pergamino y se convirtió en todo un “tapabocas” hasta el punto de ser reconocido y valorado por cierto sector de la poderosa hinchada.

Inicia en el Deportivo Independiente Medellín un proceso de salida de jugadores, tres a mi consideración más que justificados, quizás no tanto la del “torero”, el mismo ‘greñudo’ que nos dio alegrías por sus anotaciones, una persona humilde y sencilla que se ganó el corazón por su calidad humana.

Que la salida de estos jugadores sea justificada o no por parte de la poderosa hinchada, cada cual podrá sacar su propia conclusión. En lo que si hay unidad de petición o criterio, es que sus reemplazos deben ser reales contrataciones que motiven y no la de esos normalitos que solo vienen a prueba para ver si se les prende o no la lamparita con el Deportivo Independiente Medellín.

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Redacción Minuto30

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