Todos los seres humanos quisiéramos tener una salud óptima, para poder disfrutar tranquilamente de nuestras vidas, pero la realidad es que la enfermedad siempre ha estado presente y sigue siendo un gran misterio. La gran verdad acerca de lo que ella significa en nuestras vidas, o de dónde viene no la tiene nadie, pero si hay una gran cantidad de teorías, cada vez más comprobables, gracias al avance de la tecnología y de los científicos que están en búsqueda constante de esta verdad.

Dentro de la amplia gama que hay de resultados de estas investigaciones, se encuentra una que cada vez ha ido cogiendo más fuerza y que avala lo que los médicos chinos han afirmado desde hace miles de años, y es que la gran mayoría de las enfermedades son el efecto directo de cómo pensamos, y de cómo procesamos todos los sentimientos y emociones que guardamos en nuestro corazón y en nuestra mente, ya que al no procesarlos adecuadamente, ellos generan un malestar que nos tensiona y generan un estrés fisiológico que inhibe, bloquea e interfiere el flujo de energía natural, produciendo así todo tipo de enfermedades.

Por esta razón, considero de gran importancia que hoy hagamos un alto en el camino y nos preguntemos varias cosas acerca de nuestra relación con las enfermedades que hemos tenido. Y lo primero que quiero preguntarte es: ¿Qué tan reales han sido tus enfermedades? ¿Cuántas de las enfermedades que has tenido son realmente físicas, y cuántas son emocionales haciendo que tu cuerpo se afecté? Sólo quiero que te detengas un minuto, y revises a conciencia la cantidad de veces que has tenido en tu cuerpo una manifestación de malestar por algo que está pasando en tu exterior, que de alguna manera ha impactado negativamente tu vida.

Para que entiendas lo que te propongo, quiero que te devuelvas a tu infancia y adolescencia y con sinceridad revises a conciencia, si algunas de esas enfermedades surgieron por evitar de pronto alguna responsabilidad en el colegio que no querías asumir, o quizás porque tenías que enfrentar compañeros que te hacían la vida imposible, o porque tenías que hablar en público y eso te daba pavor, o simplemente te diste cuenta que al estar enfermo tu madre te consentía en exceso y no te obligaba a hacer cosas que no te gustaban.

Mira con detenimiento, porque detrás de cada miedo puedes haber inventado consciente o inconscientemente una enfermedad, y así fuiste creciendo, acumulando miedos, angustias, rencores y dolores que lo único que han logrado es desestabilizar tu salud, llegando a estados ya más avanzados de enfermedades crónicas, muchas de ellas sin cura alguna, ya que adquiriste el hábito de pensar negativamente y de dejarte bloquear inconscientemente por el miedo.

Para que descubras la gran verdad que tu mismo estás probablemente ocultando y te puedas aportar a tu sanación, revisa lo siguiente:

– Mira a consciencia si la enfermedad que tienes es producto de tu fértil imaginación y está abonada permanentemente por el temor y la angustia.

-Identifica y desenmascara el miedo que está camuflado en una creencia que es la que quizás te está enfermando.
-Observa muy bien si estás guardando en tu corazón resentimiento, rencores o rabias para que a través de la acción amorosa y del perdonar recordando sin dolor, puedas sanar las heridas del alma.
-Libera la preocupación excesiva por tu estado de salud, deja en manos de Dios y del universo tu enfermedad y deja que todo fluya.
-Deja de estar escuchando y buscando experiencias traumáticas relacionadas con la enfermedad o con la muerte.
-Deja a un lado la interpretación incorrecta de los síntomas y de armar películas en tu cabeza que no existen, que te llevan a auto medicarte.
-Observa si consciente o inconscientemente te estás enfermando para atraer la atención de los demás, y así manipularlos para obtener lo que tu quieres.
-Aprende a utilizar técnicas de relajación, visualización, meditación y respiración que te pueden ayudar en este camino.

Aquí más Columnas de Opinión
Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio