Ni siquiera se trata de los 250.000 millones de pesos que le cuestan a Colombia una segunda vuelta y que por supuesto son muy valiosos en las actuales circunstancias deficitarias fiscales que presenta el país, se trata de nuestra patria, de la tierra que nos vio nacer, la que nos dio una nacionalidad y del futuro de los Colombianos.

Tampoco se trata de temas como ser de izquierda, derecha, derecha o centro, respetables todos, porque al describirlos y compararlos con las tesis que exponen cada uno de los candidatos actuales a la Presidencia de esa encrucijada creo que no sale nadie.

Se trata de que le conviene más al país y a sus ciudadanos, para que le proporcione desarrollo al primero y un mejor nivel de vida a los segundos, nada más es importante fundamentalmente.

Es necesario tener un punto de partida y ese no puede ser otro que el país que deja Juan Manuel Santos. Dos puntos fundamentales es necesario analizar, el Social y el Económico, los otros también son importantes, pero estos son los fundamentales, los prioritarios.

Desde el punto de vista social el mal llamado Proceso de Paz rompió todos los esquemas del país, genero más inequidad de la que había antes de diciembre del 2.016, polarizo a los Colombianos, su loable finalidad jamás se vislumbró, las víctimas del conflicto definitivamente no fueron tenidas en cuenta como debió ser para generar el éxito esperado, su presupuesto se dilapido y se extinguió totalmente, por no decir que todo se lo robaron y ya no queda dinero para otro proceso, se perdió esa oportunidad porque básicamente está mal hecho. Ni hablar de lo que significo ese proceso para el Narcotráfico y para la criminalidad. La paz es otra cosa bien distinta y ni siquiera se tomaron el trabajo de buscar su significado en un diccionario.

Desde el punto de vista económico es preciso tener en cuenta nuestro endeudamiento con relación al PIB, nuestra balanza comercial, nuestra caja, los indicadores de empleo y los indicadores sociales y si por el lado social las cifras son absolutamente desalentadoras por el lado económico las cuentas no cuadran por ningún lado y las cifras cada vez son más caóticas, en rasgos muy generales ese es el país que deja el actual Presidente y por desgracia es muy poco lo rescatable.

Frente a este panorama la pregunta es, ¿Colombia tiene futuro? la respuesta es Sí, lo tiene y muy grande. Depende de cada uno de nosotros votar bien para conseguirlo y de nuestro esfuerzo personal.

En el panorama social lo que la gente busca es seguridad, tener un empleo, unos ingresos que le permitan alimentar bien a su familia y por supuesto los servicios básicos, educación y salud. Esto le permite un día a día básico, pero es necesario decirlo ese esquema no logra un futuro próspero, ni ningún tipo de mejoramiento de nivel de vida, sobre todo hablando de la gran mayoría de personas que viven de un salario mínimo.

Si los Colombianos queremos salir de ese esquema solo es preciso poner de moda la palabra emprendimiento para que la gran mayoría de colombianos nos volvamos empresarios en cada una de las modalidades y en cualquiera de las escalas. En principio de manera paralela al trabajo actual, con gran dosis de educación y formación y después con gran dosis de calidad. Cualquiera sea el nicho de mercado por supuesto bien orientado de acuerdo con las condiciones de oferta y demanda, con gran administración, esa empresa más temprano que tarde crecerá. Todos podemos ser empresarios y ahí el estado y el gobernante de turno deben enfilar todas las baterías.

Así podemos de manera gradual y rápido mejorar las condiciones de vida de los Colombianos prioritariamente, esa si es una gran revolución. Créanme las condiciones están dadas y hay más de 40.000.000 de Colombianos dispuestos a consumir con un país muy generoso, lleno de biodiversidad y condiciones ambientales magnificas para sacar adelante cualquier proyecto. Ni se diga el potencial turístico que tiene Colombia. Incentivando ese nicho, ese solo sector fácil puede apoderarse del 12% del PIB.

Por el lado económico el país tiene que amararse los pantalones, el estado no puede seguir siendo empleador, el clientelismo nos tiene quebrados, la austeridad debe ser junto con la disminución del gasto, la gran prioridad. El estado debe especializarse en contratación de obras públicas e inversión social, nada más.

O construimos futuro con esperanza y trabajo o destruimos lo poco que hay, esa en teoría son las dos grandes alternativas que presentan los candidatos mas opcionados Duque y Petro y en ese orden, ninguno de los otros tiene posibilidad alguna.

La meta debe ser una gran alianza con la ciudadanía y de compromiso con el gobierno de turno y nos toca arrancar de ceros. Los jóvenes tienen el deber y la obligación de visualizar el futuro y luchar por el, no es precisamente buscando subsidios como se logra eso, es necesario muchísimo esfuerzo, gran disciplina y mucha dedicación. No es pregonando la lucha de clases como se sale adelante, es trabajando durísimo y estudiando tenazmente, como se evoluciona. Miren en la tecnología los alcances inmensos vírgenes que proporciona y en eso ustedes mandan la parada. Miren en ese aspecto quien les proporciona más oportunidades de los candidatos, piensen en ustedes.

El llamado es a enfocarnos en lo fundamental, por ahora y la mejor fórmula la tiene Iván Duque Márquez, si la tuviera Petro pues deberíamos votar por él y no la tiene. Comparen las tesis, comparen el alcance de las mismas, tómense unos minutos para analizarlas y proyéctenlas a 10, 20, 30 y 40 años.

Es necesario ahorrarnos la segunda vuelta por Dios, somos un país pobre y lo poco que había ya se lo llevaron, cuidemos lo nuestro, cuidemos nuestro futuro y el de nuestros descendientes.

IVAN DUQUE MARQUEZ – PRESIDENTE 2.018-2.022 #EnPRIMERAvuelta.

@PoliticaPuntual

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Redacción Minuto30

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