El gobierno del presidente Duque con casi 9 meses de haber sido instalado, tiene que soportar la andanada de una extrema izquierda hirsuta e irreflexiva, que convoca protestas, teniendo de coartada a las reivindicaciones sociales y económicas de la población, pero que en el fondo lo que hay son intereses políticos, buscando desestabilizar las instituciones a nivel nacional y en el plano internacional pretendiendo que se consolide la dictadura comunista de Maduro en Venezuela, ante la postura inhiesta del gobierno colombiano frente a la crisis humanitaria que vive el país hermano, cuya única responsabilidad es del socialismo del siglo XXl.

Desde el mes de julio del año pasado ya habíamos denunciado en una columna, que antes de posesionarse el actual presidente de la República se anunciaba el saboteo a su gobierno por parte de la oposición encabezada por el senador Gustavo Petro, lo que constituía una situación inédita que no se conocía en Colombia, por lo que el Centro Democrático que es partido de gobierno junto a las otras agrupaciones de la coalición, debería salir desde ya a defender la tarea del presidente Duque en la plaza pública y así responder a las acechanzas totalitarias.

Hay temas que han sido utilizados de manera oportunistas por los partidos que en Colombia hacen parte de la internacional comunista del foro de Sao Pablo, como es el caso de las objeciones que ha hecho el ejecutivo a 6 artículos de los 159 de la ley estatutaria de la JEP, que ha provocado un gran escándalo de parte de los grupos de la llamada izquierda, proclamando que eso atenta contra de la paz, claro que en la semántica marxista la paz significa una cosa diferente a la que entendemos el resto de mortales; quedando claro jurídicamente que objetar artículos de una ley son parte de las funciones presidenciales y más adelante se conocerán los resultados, entonces como se dice coloquialmente se están ahogando en un vaso de agua, los que rechazan las objeciones presidenciales, especialmente los idiotas útiles del comunismo.

En las últimas semanas se observan protestas de diferentes sectores que tienen como objetivo común la desestabilización del gobierno, en casos como el de la minga indígena del Cauca que ha producido afujías a los habitantes del sur occidente del país, por el bloqueo de la carretera Panamericana, sin embargo de manera inexplicable las peticiones de estos indígenas parecen un programa político de gobierno, antes que reivindicaciones inmediatas y necesarias, por lo que vale preguntar tomando las raíces antropológicas de estas comunidades ¿Qué tienen que ver los usos y las costumbres ancestrales de los pueblos indígenas con la perversidad de la estafa comunista del marxismo leninismo?.

Los maestros afiliados a FECODE han realizado en este año dos paros de 24 y 48 horas, perjudicando a 8 millones de estudiantes, lo curioso del asunto es que en las protestas priman las consignas políticas partidistas antes que buscar satisfacer las necesidades apremiantes de los agremiados; por esa misma vía se encuentran algunos grupos de sindicatos y organizaciones sociales de orientación marxista leninista, que están promoviendo un Paro Nacional, pero sin contar con el grueso del movimiento social y sindical, o sea que de manera aventurera pretende jugarse una lotería, a la espera de un día de suerte, para ver si ocurre un milagro y las masas acuden a su llamado, lo que constituye un exabrupto.

Los dirigentes de un partido de gobierno no solo deben estar en la dirección del Estado, sino también en la base convocando a la movilización popular para defender las políticas del mandatario, porque no se puede dejar expósito a quien fue elegido democráticamente en las elecciones presidenciales; en esas condiciones le corresponde al Centro Democrático hacer presencia en la calle, ya que la movilización popular no es propiedad exclusiva de los totalitarios izquierdistas

El partido del expresidente Álvaro Uribe, cambio las costumbres políticas del país, ya que en la oposición al gobierno de Santos, se comportó como un partido moderno y de masas, algo que no sucedía desde antes de constituirse el Frente Nacional, porque las organizaciones partidistas democráticas se movilizaban en los últimos tiempos únicamente para la contienda electoral, pero el Centro Democrático rompió ese paradigma y realizó importantes marchas en todo el país en abril de 2016 y 2017 en más de 50 ciudades, en contra de la política del presidente Santos, acompañado por sectores sociales y sindicales. Teniendo esos antecedentes, apoyar al gobierno de Iván Duque con la movilización es una tarea prioritaria que debe de figurar en el programa del Centro Democrático ante la arremetida de la llamada izquierda.

Si las fuerzas totalitarias no descansan en su afán de llevar a la nación a una dictadura marxista, las organizaciones democráticas jamás se pueden dormir en su misión de preservar la libertad, que es la condición suprema del ser humano, de ahí que la respuesta es la defensa de las instituciones legítimamente constituidas, representadas por el gobierno de Iván Duque, mediante la movilización ciudadana.

En los últimos 60 años las organizaciones armadas marxistas leninistas, como el ELN, las FARC y otras, han sido las principales predadoras de la vida y la paz en Colombia, por lo que los seguidores del comunismo totalitario, así usen la máscara que quieran, no tienen autoridad moral para convocar marchas, resaltando que la única responsable del conflicto político-militar vivido en estas 6 décadas es la dogmatica marxista, que ha dejado consecuencias calamitosas con cerca de 250 mil muertos, 8 millones de víctimas por el accionar terrorista y perdidas que pueden llegar a los 300 mil millones de dólares, lo que ha convertido a Colombia en uno de los países más desiguales del mundo.

La movilización popular que debe impulsar el Centro Democrático en apoyo al gobierno, sirve para sumar fuerzas, conquistando escenarios que de pronto le han sido esquivos a la democracia liberal, por falta de la batalla ideológica en contra de las sectas totalitarias, caso concreto el de los sindicatos, los que han sufrido muchas veces abandono por decidía de los partidos republicanos, dejándolos a merced de facciones marxistas, que irrespetan la independencia sindical, convirtiendo a esos estamentos en instrumentos de tramas políticos para intereses mezquinos, como lo hemos visto en las últimas semanas

El Centro Democrático como partido de masas tiene que liderar el frente republicano, con otras organizaciones comprometidas con el gobierno del presidente Duque, por ello no se puede olvidar la movilización para no descuidar la democracia ante el accionar totalitario, porque la convocatoria ciudadana es trascendental en la vida del pueblo para la estabilidad y la armonía nacional.

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Redacción Minuto30

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