La navidad es una época hermosa. Compartimos tiempo con la familia y los amigos, expresamos amor y agradecimiento a través de regalos y, así mismo, nos concedemos ciertas libertades con relación a lo que comemos y bebemos.

Mi objetivo no es cuestionar ningún tipo de tradición, sin embargo, sí quiero hacer un llamado para que cuidemos el medio ambiente a través del consumo responsable y para que incentivemos la economía local, privilegiando los productos y los servicios de nuestro territorio o de los entornos que visitamos.

A continuación, algunas buenas prácticas que puedes desarrollar para alcanzar estos dos objetivos:

  • No compres papel de regalo. Es un símbolo del consumo irracional que solo sirve para cumplir un requerimiento social. Mejor reutiliza el que ya te hayan dado, sin importar que esté algo arrugado. También puedes usar sustitutos como el papel periódico reciclado.
  • Compra regalos útiles y reutilizables.
  • A tus hijos, que recibirán juguetes nuevos y ropa, invítalos a regalar lo que ya no usen. De esta manera, les enseñarás a ser generosos y, al mismo tiempo, les mostrarás que el objetivo de la vida no es acumular bienes materiales.
  • Cocina solo lo necesario, así no tendrás que botar luego una gran cantidad de alimentos.
  • Compra online y utiliza el transporte público. En lo posible, evita sacar tu carro. La congestión del tráfico en diciembre suele ser monumental. Es preferible evitar contaminar aún más y terminar estresado.
  • Prefiere los productos hechos en Colombia. Estos generan puestos de trabajo y suelen ser realizados con buenas practicas. En el caso del sector textil y la confección, por ejemplo, muchas de las grandes marcas internacionales confeccionan sus prendas en Bangladesh o en China, mediante prácticas casi esclavizantes que, en algunos casos, llegan a emplear incluso niños (puedes ver el documental en “The True Cost” disponible en Netflix).
  • Cuando viajes, compra tanto como puedas a nivel local. Apoya los productos y a los comerciantes de la región. No lo lleves todo desde la ciudad, ni lo compres todo en las cadenas de tiendas nacionales que no estimulan la economía local. Es el caso, por ejemplo, de familias que viajan por regiones en las que se cultiva frutas y ,en lugar de disfrutarlo, les compran a sus hijos “jugos de cajita” con sabores artificiales (ver artículo: https://www.minuto30.com/una-cajita-vale-mas-que-mil-palabras/467197/ ).

Hagamos de este diciembre una navidad feliz para nuestras familias, para las familias de los productores y comerciantes de los lugares que habitamos y visitamos, y una navidad feliz para nuestro medio ambiente.

¡COMPRA LOCAL, CONSUME RESPONSABLE!

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Redacción Minuto30

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