Fallas mecánicas y accidentes opacan el buen desempeño del piloto y su equipo en la Nascar.

El piloto colombiano Juan Pablo Montoya correrá, este fin de semana, la novena válida de la Copa Sprint de Nascar.

Corridas ocho de las 36 fechas de la Copa Sprint de Nascar, Juan Pablo Montoya está teniendo uno de sus más difíciles arranques de temporada. Las cifras a secas lo muestran en el puesto 24, con dos retiros y tres resultados entre los 10 primeros. Sin embargo, esa es solamente una parte de la historia, pues otras estadísticas lo muestran como uno de los pilotos que ha tocando la puerta del podio.

La lista de infortunios en pista para el colombiano es larga. En la segunda válida, en Fontana, se le fundió el motor, una semana después, en Las Vegas, su compañero de equipo lo puso contra el muro, luego en Bristol quedó involucrado en un accidente y posteriormente en Martinsville un pinchazo lo dejó sin opción de dar la pelea en una de sus mejores pistas.

El lunes, en Texas, se quedó en el camino tras haber chocado de frente contra la barrera, cuando trataba de evitar un incidente que involucró a otros ocho autos a pocos giros del final. El golpe fue doble, porque de nuevo perdió posiciones. El objetivo de las primeras 26 carreras es llegar al final entre los 12 primeros para poder ser uno de los aspirantes al título dentro del Chase, como lo fue en 2009. El de Texas fue su segundo retiro del año, pero dos de las otras malas carreras, que tuvo previamente, fueron peores en términos de puntos, por lo que casi se puede decir que es como si hubiese terminado solo la mitad de las competencias.

“En este momento, obviamente vamos atrás de donde estábamos hace un año, pero no por mucho, a pesar de no haber terminado cuatro carreras”,  dice Montoya, en diálogo con El Espectador. “El año pasado las terminamos todas, pero no estábamos demasiado lejos de donde estamos hoy en puntos”. Y tiene razón, pero tal vez lo que le permite mirar aún con esperanza lo mucho que queda de esta larga temporada es el desempeño que ha tenido, que no se ve reflejado en su posición.

Montoya ha liderado seis de las ocho competencias que se han disputado y con ello ha sumado 30 puntos de bonificación. Tan sólo los ex campeones Kurt Busch y Jeff Gordon han estado al frente en tantas carreras como el bogotano. El año pasado, a esta altura de la temporada, únicamente había liderado una competencia y acumulaba apenas 5 puntos  por encima. Adicionalmente, hasta la carrera anterior, era quien reunía el mejor promedio de clasificación, siempre en los primeros diez.

Premiados…

La velocidad de piloto y equipo han sido premiadas en cinco ocasiones. En Phoenix, Brian Pattie, jefe de equipo del auto Target 42 recibió la distinción como el mejor estratega, mientras que Montoya fue premiado como el piloto de mejor desempeño. En Daytona, el equipo fue destacado como el mejor en pits; en Fontana hicieron la vuelta más rápida; en Atlanta Pattie fue el mejor jefe premiado por primera vez y en Bristol, Montoya fue quien más giros lideró entre quienes estaban inscritos al premio de contingencia.

Sin este desempeño, casi que se podría decir que este año ya estaría perdido para ellos, pero estas cifras les permiten mantener cierto optimismo. En las tres carreras que Montoya no ha tenido fallas mecánicas o choques, ha pasado la meta entre los diez mejores. “En velocidad y desempeño tenemos con qué recuperar, pero las carreras son complicadas “, dice Montoya con toda franqueza. “Yo trato de no hacerme ilusiones y prefiero esperar a ver qué pasa porque así como estamos rápidos, se nos puede voltear todo y nos lleva. Creo que por el lado del equipo y el mío hemos hecho todo lo posible. Por otras razones es que no hemos logrado los resultados”.

Juan Pablo apunta a que hay áreas en las que deben mejorar. “¿Qué podemos hacer? Tener paciencia”, agrega el piloto en tono de resignación. “Pienso que lo único que realmente tenemos que mejorar son las paradas en pits que no han sido buenas últimamente. De resto, nada”. En parte, por esto último Montoya es uno de los pilotos con mayor número de sobrepasos, pues lo que pierde en los pits, lo recupera en pista.

“En estas carreras que vienen va a ser importante terminar”, se pone él como objetivo, algo que este fin de semana no será fácil, pues en el superóvalo de Talladega, más que en cualquier otra pista, el riesgo de quedar involucrado en un accidente es grande.

Por desempeño se podría decir que nunca antes Montoya ha estado tan cerca de poder ganar una carrera en un óvalo, pero la suerte no lo ha acompañado. Una victoria es lo que necesitan el piloto y su equipo para salir del agujero que han ido cavando.

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Redacción Minuto30

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