
Cortesía. Así se veían las casas afectadas este miércoles, 10 de mayo.
Cinco viviendas ubicadas en barrio La Castellana fueron evacuadas por riesgo inminente de colapso, debido a daños generados por una construcción vecina. Parte de las casas, que colindan con el proyecto, ya se vinieron abajo; otros muros fueron desmontados por la constructora Uriana, que desarrolla un edificio de seis pisos en el lugar.
La decisión de evacuar a los residentes fue tomada por el Departamento para la Gestión del Riesgo, Dagred, cuyos profesionales visitaron el sitio para analizar la situación luego de recibir una alerta por parte de los propietarios.
Al respecto, el arquitecto y supervisor interno de Uriana, Nelson Javier Salazar, explicó que la obra cumple con todos los lineamientos y exigencias técnicas. El vocero de la constructora aseguró además que desde el domingo, la empresa adelanta el proceso para reubicar a las familias afectadas.
Aseguró que en las casas se presentaron unas fisuras y agrietamientos, situación que empeoró con las lluvias recientes.
Sin embargo, otra es la posición de los propietarios de las viviendas. De acuerdo con Johana Gutiérrez, ingeniera civil afectada por la situación, “el verdadero problema es que el constructor no tuvo cuidados para la excavación del terreno y darle un buen tratamiento a la recolección de aguas lluvias y subterráneas para que el terreno no fallara”.
Según lo indicó Gutiérrez, actas de vecindad evidencian que las viviendas son construcciones 30 o 40 años que nunca habían tenido problemas de este tipo. “Quedó la evidencia de que las casas estaban en condiciones adecuadas antes de iniciar la excavación”, aseguró.
“Los daños fueron progresivos, pero en las últimas dos semanas no eran fisuras sino grietas”, dijo Gutiérrez, quien contó que con el colapso de la parte trasera de su casa, se perdieron enceres y ropa.
Mientras son reubicadas, las familias afectadas expresan preocupación por el estado de sus casas. “La preocupación es quién nos va a responder porque no es reponer muros, el terreno ya cedió. Ya ese terreno es inestable”, explicó Gutiérrez.
Al respecto, el supervisor de la compañía indicó que la empresa está cumpliendo con “exigencias desde lo técnico y lo social en el proyecto. Estamos afrontando la circunstancia y brindando acompañamiento a las familias de la mano con la aseguradora”.
“Es una afectación traumática y estamos haciendo lo posible por solucionar los eventos, en los que hay responsabilidades de múltiples lados”, aseguró Salazar.
Por el momento, la obra en cuestión se encuentra suspendida por decisión de la Inspección de Policía de San Joaquín.

Cortesía.
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