El marxismo cultural nacido con la escuela de Fránfort en 1923, ha buscado acabar con las tradiciones occidentales, para crear un bloque de poder hegemónico que cambie de raíz todos los valores sociales, morales y culturales, buscando lumpenizar a los ciudadanos colombianos, para que sean más proclives a los dogmas de la trampa comunista y así poder montar una dictadura totalitaria sempiterna.

Por eso desde hace algún tiempo en el país, se presentan burlas en contra de la Gente de Bien, enmarcándola como si existiera única y exclusivamente en las altas esferas económicas y no fuera el bien un patrimonio de la inmensa mayoría de los ciudadanos al cual le tienen un gran sentido de pertenencia; esa ridiculización tiene su sello político que pretende que las personas no lleven una vida ordenada y decente, sino que sean presa fácil de los más bajos instintos, como condición necesaria para ser dúctiles a intereses políticos mezquinos.

La Gente de Bien existe por todas partes, ya que la casi totalidad de los colombianos no son delincuentes, ni andan haciéndole mal al prójimo, ni buscando la toma de poder político mediante la violencia utilizando la estrategia de la combinación de todas las formas de lucha, ni siguiendo los manuales del terrorismo marxista; tampoco han hecho parte de bandas criminales financiadas con el narcotráfico. Esos Ciudadanos de Bien, los encontramos en las personas humildes, en las capas medias y en gentes encopetadas o de dedo parado como se dice popularmente, lo cual demuestra que la Gente de Bien no pertenece a un estrato socio económico en especial.

De acuerdo a lo anterior es menester preguntar ¿por qué la mofa de la llamada izquierda con la Gente de Bien? Y la respuesta la da el proyecto político totalitario, que busca enajenar y adocenar a las personas, para que pierdan la sensibilidad y convertirlas en una manada que obedezca a una elite marxista, pues al determinar que la Gente de Bien únicamente esta en un sector de la sociedad, se busca que el resto de personas se sientan desubicadas y marginadas, para luego ser utilizadas por los comunistas que con sus diferentes etiquetas buscan la depravación de la población.

La Gente de Bien, se encuentra en los vendedores ambulantes, en los lustrabotas, las señoras que venden tinto y empanadas, en las plazas de mercado, el vendedor de lotería, los choferes, los obreros, los maestros, los artistas, los intelectuales, los deportistas, los comerciantes, los industriales, los ganaderos, los agricultores, los desempleados, los subempleados, los campesinos, los indígenas, los afro, los sindicalistas, los que creen y no creen, los policías, los militares, los empresarios, los empleados públicos, los estudiantes, todos los trabajadores en general, los profesionales, etc, etc. Desde luego que en los sectores acaudalados de la sociedad está también la Gente de Bien, aunque no se puede olvidar que hay individuos impregnados por la corrupción, el narcotráfico y delitos de cuello blanco, amén de otras fechorías, pero mayoritariamente ese grupo es parte de la Gente de Bien.

Decir que los políticos son Gente de Bien, puede causar resquemor en la ciudadanía, por los altos índices de corrupción, que lleva a una perdida cercana a 50 billones de pesos anuales del erario público, sin embargo no es apropiado tomar a rajatabla a todas las personas que actúan en la actividad partidista, porque así con hay altos índices de deshonestidad, en paralelo existe muchos políticos comprometidos con valiosos ideales buscando el bienestar de la nación, pero por su conducta desafortunada no se podrían calificar como Gentes de Bien a políticos inmersos en actos de corrupción y doctrinas totalitarias.

Cuando en Colombia el marxismo cultural desconoce que la Gente de Bien es la casi totalidad de sus habitantes, busca hacer sentir mal a las personas, y para ello además maneja la manipulación semántica comunista, que le permite falsear la verdad para sus fines destructivos en contra de valores, como son: la familia, la religión, las libertades individuales, la democracia liberal y todo lo que tenga que ver con la axiología. Entonces ante la tergiversación y la ridiculización que hace la denominada izquierda sobre la Gente de Bien, es necesario fortalecer la batalla ideológica en contra de la conspiración totalitaria que busca envilecer a las masas.

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Redacción Minuto30

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