De acuerdo con el director del Departamento de Atención, Prevención y Recuperación de Desastres (Dapard), John Freddy Rendón, esto los pone a sólo 800 metros de donde presuntamente están la mayor parte de los 48 a 50 mineros que permanecen atrapados y que se presume ya fallecieron.

El sábado los cadáveres recuperados eran 20 y a la media noche sacaron otro. Luego, en horas de la mañana de este domingo evacuaron tres más con lo que la cifra de cadáveres encontrados llega a 24. Según Rendón, con la llegada de nuevos equipos de ventilación para el interior de la mina, se espera que los trabajos se agilicen y que entre hoy y mañana se logre alcanzar el final de la mina y recuperar a todas las víctimas de la tragedia.

Impaciencia hace mella en familiares

Sin embargo para los familiares de las víctimas, el desespero es cada vez mayor y se quejan de la lentitud con la que avanzan las tareas de rescate que se iniciaron hace ya más de 72 horas. «A mí un minero me dijo que había visto a mi hijo y que no los habían dejado sacarlo», le dijo a un funcionario del ICBF uno de los cerca de 30 familiares que esperan  en las cercanías de la mina alguna noticia de sus seres queridos.

Además todos coinciden en que la información que les entregan es contradictoria y segmentada y solicitaron que haya un solo canal regular para esto y no que cada organismo presente informes aislados esporádicamente, como dicen que viene sucediendo. Sin embargo, el director del Dapard, John Freddy Rendón, invitó a los familiares a tener paciencia y aseguró que la gente debe hacer caso omiso a rumores sobre el rescate y que toda la información está centralizada a través de ellos.

Rescatan a la víctima mortal número 23

Los cuerpos de socorro avistaron además alrededor de seis cuerpos más dentro del socavón San Fernando. Las operaciones han avanzado gracias a la llegada de dos ventiladores antiexplosión, una suerte de turbinas gigantes que no producen chispa y que permiten inyectar aire y evacuar los gases del interior de la tierra y que han sido el principal obstáculo para el rescate.

Los ventiladores antiexplosión fueron traídos desde la Catedral de Sal de Zipaquirá en la tarde del sábado por parte de la Armada Nacional.

Dentro del túnel aún permanecen entre 50 y 52 personas

Rendón aclaró que todas las personas que hasta ahora han sacado murieron por la onda explosiva generada, al parecer, por una concentración de gas metano en la noche del miércoles.

Este sábado estuvo en Amagá el presidente Álvaro Uribe, con el ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, el de Protección Social, Diego Palacio, así como funcionarios del Invías. También hicieron  presencia el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos. Y por primera vez la empresa Carbones San Fernando atendió de manera directa a los deudos de las víctimas del accidente.

En una reunión que tomó visos de consejo comunal, Uribe recibió un informe de las autoridades mineras y de los organismos de socorro sobre los detalles de la tragedia.

Mientras tanto, el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, desde el lugar del accidente confirmó que hoy se activa la comisión investigadora de las causas de la explosión. Estará integrada por funcionarios de Ingeominas, la Gobernación de Antioquia, Ministerio de Minas y un experto en seguridad de Ecopetrol.

«Esta comisión deberá entregar en un plazo no mayor a 15 días un informe de lo que ocurrió aquí y que será socializado con toda los familiares de las víctimas y la comunidad de Amagá», puntualizó el mandatario seccional.

Rescatistas trabajan día y noche

Durante las labores de rescate anoche y en la madrugada de hoy se ha avanzado en la remoción del derrumbe en el túnel con una longitud total confirmada de 2.600 metros.

Pasadas 60 horas de la explosión ya son muy pocas las esperanzas de encontrar con vida a los trabajadores atrapados.

«La única posibilidad real es que dentro del túnel hayan quedado encerrados uno o varios mineros entre dos derrumbes generados por la explosión y tengan alguna entrada de oxígeno y además no haya sido afectados por los gases o la explosión», explicó Rendón.

Además entre el grupo de socorristas corre la voz de que a este punto del rescate lo más probable es que los trabajadores hayan muerto asfixiados por los gases y otros calcinados por la onda explosiva, que, a su vez, genera monóxido de carbono que agota el oxígeno.

Pero el panorama es más crítico, pues el gas metano al entrar en contacto con el oxígeno se convierte se convierte en un gas tóxico que, según los niveles de concentración, pueden matar a  persona en pocos minutos.

Sin embargo, Fabián Morales, director nacional de salvamento minero de Ingeominas, aclaró que «nosotros hasta el último minuto tenemos todas las ilusiones y toda la expectativa y trabajamos solo pensando en rescatar personas con vida. En ningún momento pensamos en que rescataremos cuerpos».

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Redacción Minuto30

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