La denuncia del gobierno del presidente Alvaro Uribe sobre la supuesta presencia de jefes de las guerrillas FARC y ELN en Venezuela afecta los acercamientos que se adelantaban con el mandatario electo Juan Manuel Santos, dijo este viernes el embajador venezolano Gustavo Márquez.
“Se han realizado una serie de contactos, incluso estaba previsto formar una comisión de alto nivel después de la toma de posesión (el próximo 7 de agosto) para reabrir el diálogo. Pero este pronunciamiento del gobierno saliente crea un ambiente que afecta esa posibilidad”, dijo Márquez a la prensa colombiana, cuando se aprestaba a viajar a Caracas, donde fue llamado a consultas.
“Vamos a hacer las consultas necesarias. Creo que es una situación muy delicada, de mucha tensión entre los dos países”, comentó el embajador.
“Creo que era el propósito de esa declaración (del gobierno de Uribe). Anunciaron que iban a presentar pruebas y no han presentado ninguna. Es una opción de saboteo, no es otra cosa”, resaltó.
“En los antecedentes de la toma de posesión del presidente Santos, cuando se abría la posibilidad de retomar un diálogo serio, transparente, con respeto, se lanzan estos petardos para evitar que esto ocurra”, lamentó.
Venezuela emitió este viernes una nota de protesta a Colombia y llamó a consultas al embajador Márquez, luego de que la Presidencia en Bogotá denunciara que al menos cuatro jefes de las FARC y uno del ELN se encuentran en ese país.
Las relaciones entre los dos países fueron “congeladas” hace un año por el presidente venezolano Hugo Chávez, en rechazo a un acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos que considera como una “amenaza” a la soberanía de su país.