El presidente estadounidense, Barack Obama, elogió este lunes la «fuerte» relación con Brasil pero aseguró que puede ir a más al recibir por primera vez en la Casa Blanca a su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, quien criticó la política monetaria de los países avanzados.

©AFP / brendan smialowski El presidente estadounidense Barack Obama durante la reunión que mantuvo con su par brasileña Dilma Rousseff

«La buena noticia es que la relación entre Brasil y Estados Unidos nunca ha estado más fuerte, pero se pueden hacer cosas más ambiciosas», dijo Obama a la prensa en el Despacho Oval.

Rousseff criticó que «las políticas monetarias de los países ricos llevan a la desvalorización de (sus) monedas, poniendo en peligro el crecimiento de los países en desarrollo».

Consideró que Estados Unidos puede jugar un rol «muy importante», tanto «en la contención de la crisis» mundial como en el impulso al crecimiento y dijo que los países como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (conocidos como BRICS) ya han contribuido de manera «significativa» al crecimiento mundial.

Brasil, sexta economía del mundo, enfrenta una apreciación de su moneda frente al dólar, alimentada por la política de tasa casi cero que ha aplicado la Reserva Federal para combatir los efectos de la crisis de 2008.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carner, no quiso comentar en rueda de prensa posterior esos dichos de la líder brasileña.

Ambos mandatarios se reunieron durante hora y media acompañados de delegaciones ministeriales y pasaron luego a un almuerzo de trabajo restringido. Obama había invitado a Rousseff a visitarlo en Washington durante su visita a Brasil del año pasado.

©AFP/GETTY IMAGES / mark wilson La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton habla de Brasil en la cámara de comercio estadounidense

Pero aunque los dos mandatarios coincidieron en que quieren que la cooperación bilateral se intensifique, los anuncios concretos fueron modestos.

Divulgaron un nuevo memorando en materia de cooperación aeronáutica, la reafirmación de su compromiso con un programa de intercambio estudiantil yrecordaron que han facilitado las condiciones de viaje para los turistas brasileñas.

Más temprano, la secretaria de Estado Hillary Clinton elogió a la primera mujer presidenta del gigante sudamericano en un acto celebrado con empresarios en la Cámara de Comercio y destacó la importancia de Brasil en la escena internacional.

«Brasil es un socio responsable», dijo Clinton en presencia de su homólogo brasileño, Antonio Patriota.

«Nuestra región y el mundo enfrentan complejos desafíos y necesitamos a Brasil para resolverlos», añadió Clinton.

«Brasil tiene (ante sí) complejos desafíos a causa de su creciente poder, que sólo puede resolver con la ayuda de otras naciones, como Estados Unidos», aseveró Clinton.

«A medida que presenciamos la transformación hacia un mundo más multipolar, Brasil presta especial atención a todos los polos de esta nueva configuración», dijo prudente Patriota en el mismo foro.

Pero «no hemos privilegiado a los nuevos polos emergentes en comparación con socios más tradicionales» como Estados Unidos, recalcó.

El gobierno de Rousseff mantiene la misma línea de diplomacia activa que practicó su predecesor, Luiz Inacio Lula da Silva, lo que ha despertado a menudo la irritación en Washington.

Su resistencia a nuevas sanciones contra Irán o Siria y su reconocimiento al Estado palestino generó decepción en Washington, pero desde la visita de Obama a Brasil hace un año las relaciones han ido mejorando gradualmente.

«Nos gustaría ser un vínculo pacífico y constructivo entre todos los polos», explicó Patriota.

Brasil y Estados Unidos sufren por otro lado tensiones comerciales, como la abrupta cancelación hace un mes por parte de la Fuerza Aérea estadounidense de la compra de 20 aviones Super Tucano de Embraer, lo que molestó a Brasil, que aún estudia la compra de 36 aviones caza entre ofertas de Estados Unidos, Francia y Suecia.

La balanza comercial entre ambos países, de 74.000 millones de dólares en 2011, fue deficitaria en más de 11.000 millones para Brasil.

Rousseff se trasladará el martes a Boston para promover en la universidad de Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) un programa para formar a brasileños en el exterior, para regresar luego a su país.

Los dos presidentes volverán a verse en pocos días, con motivo de la Cumbre de las Américas en Cartagena el próximo fin de semana. WASHINGTON (AFP)

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Redacción Minuto30

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