El viaje de Colombia hacia la estabilidad económica

“La vida no es sino un eterno y constante renacer de lo que se ha ido,
un horizonte que se despliega ante nuestros ojos, lleno de posibilidades.”
 Gabriela Mistral.

La economía colombiana, en su trayectoria hacia la recuperación y el crecimiento, se enfrenta a una serie de desafíos y oportunidades. A medida que el país navega a través de un entorno económico global incierto y aborda problemas internos persistentes, es crucial examinar el estado actual de la economía y las políticas necesarias para avanzar.

La pandemia de COVID-19 dejó una marca profunda en la economía de nuestro país, con contracciones significativas en varios sectores. Según el Banco de la República, el PIB colombiano cayó un 7% en 2020, una de las caídas más pronunciadas en América Latina. Sin embargo, en 2021 y 2022 evidenció signos de recuperación, con un crecimiento del PIB de alrededor del 10% en 2021 y del 7% en 2022, lo que indica una recuperación robusta pero aún frágil.

El profesor y economista Jorge Restrepo en la Universidad de los Andes, señala que “la recuperación económica en Colombia ha sido desigual y está marcada por una alta volatilidad en los sectores más afectados. A pesar del crecimiento, la recuperación plena aún depende de abordar las debilidades estructurales del mercado laboral y la inversión en sectores estratégicos” (Restrepo, 2023).

En 2023, Colombia ha enfrentado presiones inflacionarias significativas, con una tasa de inflación que alcanzó el 11% en el primer trimestre del año.

Este aumento ha sido impulsado por factores globales, como el alza de los precios de los alimentos y la energía, así como por desafíos internos, como el desajuste en la oferta y la demanda.

Por su parte, Margarita Aristizábal, economista y profesora en la Universidad Nacional de Colombia, afirma que “la inflación alta representa un reto considerable para la política monetaria. Si bien las tasas de interés más altas pueden ayudar a controlar la inflación, también pueden desacelerar el crecimiento económico y aumentar la carga sobre los hogares más vulnerables” (Aristizábal, 2023).

En respuesta a los desafíos económicos, el gobierno ha propuesto una serie de reformas con el objetivo de estabilizar la economía y fomentar un crecimiento sostenible.

La Reforma Tributaria implementada en 2022, busca ampliar la base tributaria y aumentar la recaudación fiscal. La ley incluye medidas como la eliminación de exenciones fiscales y un aumento en los impuestos para los sectores más rentables. Según el Ministerio de Hacienda, se espera que esta reforma genere ingresos adicionales de aproximadamente 1.5% del PIB en los próximos años (Ministerio de Hacienda, 2022). Sin embargo, la reforma ha enfrentado críticas por su impacto en las pequeñas empresas y los hogares de ingresos medios.

La reforma laboral propuesta en 2023 se centra en la formalización del empleo y la mejora de las condiciones laborales. Incluye incentivos para que las empresas contraten empleados formales y medidas para reducir la informalidad laboral.

Juan Sebastián González, investigador en Fedesarrollo, destaca que “la transición hacia el empleo formal es esencial para mejorar la calidad del trabajo y fortalecer la base de ingresos fiscales. La reforma laboral puede ayudar a reducir la informalidad, pero su éxito dependerá de la implementación efectiva y del apoyo a las empresas” (González, 2023).

También, las Reforma en Salud y Pensiones buscan ampliar la cobertura y mejorar la eficiencia del sistema de salud y pensiones. La reforma en salud se centra en la implementación de un sistema de aseguramiento más inclusivo, mientras que la reforma en pensiones propone un ajuste en los beneficios y la edad de jubilación.

Carlos Caballero Argáez, profesor de economía, señala que “estas reformas son fundamentales para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sistema de bienestar social en Colombia. Sin embargo, su aceptación y éxito dependerán de la capacidad del gobierno para gestionar las expectativas y abordar las preocupaciones de los distintos grupos de interés” (Caballero Argáez, 2023).

Por otra parte, el desempleo sigue siendo uno de los principales desafíos para la economía colombiana. Aunque la tasa de desempleo disminuyó en 2023, aún se mantiene por encima del 10%, con una notable informalidad en el mercado laboral.

La informalidad afecta a cerca del 50% de los trabajadores, lo que limita el acceso a beneficios sociales y reduce la recaudación fiscal.

Aunque la informalidad laboral afecta la calidad del empleo, y socava la capacidad del estado para financiar servicios públicos esenciales, debe haber una transición hacia el empleo formal con un enfoque integral, incluyendo incentivos para las empresas, protección y dignidad social para los trabajadores.

Una de las oportunidades más prometedoras para Colombia radica en la inversión en infraestructura y sostenibilidad.

El gobierno ha lanzado varios proyectos de infraestructura que buscan mejorar la conectividad y la eficiencia en el transporte y la logística. Estos proyectos no solo impulsan el crecimiento económico, sino que también crean empleos y fomentan la competitividad.

Luis Jorge Garay, economista y exdirector de la Cámara de Comercio de Bogotá, afirma que “la inversión en infraestructura y sostenibilidad es crucial para el desarrollo económico de largo plazo.

Colombia tiene el potencial de liderar en el campo de las energías renovables en América Latina, lo que no solo contribuiría a la diversificación económica, sino que también ayudaría a mitigar los efectos del cambio climático.

La economía colombiana se encuentra en una encrucijada, con desafíos que van desde la inflación y el desempleo hasta la necesidad de una recuperación más equitativa y sostenible. No obstante, también hay oportunidades significativas para impulsar el crecimiento a través de la inversión en infraestructura y sostenibilidad.

Las reformas propuestas por el gobierno, si bien prometen abordar varios de los problemas estructurales de la economía, también presentan desafíos en términos de implementación y aceptación.

Las políticas públicas deben centrarse en equilibrar el control de la inflación con el fomento del crecimiento económico, abordar la informalidad laboral y promover la inversión en sectores clave. Con un enfoque estratégico y coordinado, Colombia puede superar los desafíos actuales y construir una base sólida para un futuro económico próspero y sostenible.

Para finalizar, el éxito económico del país radica en la implementación adecuada de reformas que saquen provecho de las fortalezas y ventajas intrínsecas del país; sumando una visión a largo plazo que guíe al país hacia un horizonte económico más próspero y equitativo.

Aquí más Columnas de Opinión