El Acuario Explora estrena pecera. Con 43 000 litros de capacidad, 2 toneladas de acrílico, es un paisaje que incorpora, entre otras cosas, 5 toneladas de carbón y tres pequeñas cascadas subacuáticas. Esta es la segunda más grande después de la pecera principal, que contiene 330 000 litros de agua. En su totalidad fue diseñada y construida por el equipo del Acuario Explora, en cabeza del director Mauricio Posada.

En este nuevo escenario las protagonistas son más de 70 peces de río: arawanas, falsos discos, jack dempseys, peces loro, óscares, terrores verdes y bocas coloradas son algunas de las especies que habitarán este nuevo espacio. « Muchos son de la familia de los cíclidos, un ejemplo viviente de diversidad y adaptación, han desarrollado gran cantidad de estrategias reproductivas, alimenticias y defensivas que les permiten enfrentar con éxito los cambios del entorno», dice Posada.

Una de las características claves de los cíclidos es que tienen un par de mandíbulas adicionales a las de la boca. «Por esto pueden capturar y procesar una amplia variedad de alimentos. Esta diversidad en la dieta se corresponde con una gran diversidad en las formas de estos peces» explica Xiomara Gómez, bióloga del Acuario.

Un ejemplo de cíclido que nadará en unos meses en este tanque es el Tucunaré, Cichla ocellaris, con una boca enorme, de labios carnosos, que se estira como un acordeón para succionar a sus presas. Aparte de tener muchos dientes afilados en las mandíbulas también cuenta con varios en su garganta, para triturar y garantizar que ninguna presa se le escape. Reconocen la coloración del cuerpo de otros tucunarés para evitar comer miembros de su misma especie.

«Desde hace aproximadamente un año les estamos brindando las condiciones óptimas para su adaptación a la nueva pecera. La mayoría de ellos llegaron alevinos [bebés] de cultivos y unos cuantos son los hijitos de peces de nuestra colección», cuenta Xiomara, y agrega: «Estaban en cuarentena, donde permanecen los animales que requieren más atención por parte del equipo veterinario».

Alejandro Ramírez, coordinador de bienestar animal del Acuario y del Vivario Explora, expone que « el cambio de ambiente para los peces debe ser lo más agradable posible. Hay que revisar que su sistema de defensas permanezca fuerte. Además, debemos ayudarlos a acostumbrarse poco a poco a las nuevas dietas, a la intensidad y duración de la luz. Incluso a adaptarse a un nuevo entorno social con los peces que serán sus nuevos compañeros».

La pecera abrió al público desde el 3 de marzo, y constituye un espacio más para que los visitantes disfruten de la gama de manifestaciones de la biodiversidad y repiensen su relación con los ríos y la conservación de otras formas de vida de las que dependemos.

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