El ‘nuevo de la U’ tiene 4 opciones de adaptación: Ser, estar, parecer o salir

Dos estudiantes de sicología de la Alma Máter investigan el proceso de adaptación de quienes llegan a Medellín, desde otras regiones, para estudiar en la Universidad de Antioquia. El estrés por aculturación es el principal factor de estudio.

En el proceso de admisión de la Universidad de Antioquia para el actual semestre académico contó con 45.356 inscritos. De ellos, un 12.4 por ciento pertenecía a lugares distintos a Antioquia. El 45.3 por ciento eran de municipios antioqueños por fuera de Medellín. Si bien muchos de estos últimos fueron admitidos a las sedes regionales, una buena parte de ellos se trasladó a Medellín.

Mónica Restrepo fue una de esas admitidas que llegó este primer semestre de 2012 a estudiar trabajo social. Desde su natal Montería viajó hasta Medellín, una ciudad que ya conocía pero a la que ha tenido que adaptarse poco a poco. ¿Cómo es ese proceso de adaptación y qué implicaciones sicológicas tiene?

Esa es la pregunta que sustenta la investigación que adelantan Nidia Márquez Álvarez y Lilibeth Díaz Moradt, ambas estudiantes de noveno semestre de sicología de la Alma Máter.

Las dos estudiantes buscan identificar y describir cómo los estudiantes migrantes de otras regiones del país se adaptan al contexto social de Medellín y de la Universidad misma, cómo viven y qué implicaciones tiene su proceso de adaptación en sus estados emocionales, de salud y en su rendimiento académico.

El tema que las convoca es el estrés por aculturación y su relación con la salud mental de los estudiantes foráneos. “Ahí influye el llamado síndrome de Ulises, que es el síndrome del inmigrante con estrés crónico. Ese tema se está estudiando mucho en países donde el volumen de inmigrantes es muy grande. Pero son procesos que se dan no sólo en migraciones internacionales, sino también al interior del país”, explicó Díaz.

Las dos estudiantes ―que cuentan con la asesoría de la docente Mercedes Jiménez Benítez, miembro del Grupo de Investigación en Psicología Cognitiva―,  evaluarán las estrategias que utilizan los recién llegados a Medellín para adaptarse. “No sólo depende del ambiente, también hay ciertos rasgos de personalidad que te permiten desarrollar una adaptación”, indicó Márquez.

Esa adaptación está condicionada por 4 posibilidades expuestas por los teóricos: integrarse, ser excluido, marginarse o asimilar el nuevo espacio. “Lo ideal es que las personas se integren, pero no todos los logran. Por eso, a partir de la información que recopilemos, vamos a ver cuál es la relación de esa adaptación con la salud mental”, señaló Márquez.

Esta investigación es pionera en la Universidad de Antioquia y está en órbita con los objetivos de varios programas de Bienestar Universitario. Según Díaz Moradt, ante una población tan grande y diversa como la que tiene la Alma Máter, es muy posible que muchos de los problemas de salud mental estén asociados a ese estrés por aculturación.

La metodología de este estudio se centra en un cuestionario que dura cerca de una hora. “Son preguntas sencillas. Pregunta por mis amigos en la Costa y si tengo amigos acá; también por cómo veo las costumbres de los paisas. Después hay preguntas sobre la personalidad: si me siento feliz o triste, cosas así. Lo demás es información personal”, dijo Mónica Restrepo, la monteriana que participó en la investigación.

Aunque señala que a su llegada la ciudad no era una novedad para ella, pues desde pequeña visitaba a Medellín, Restrepo dijo que sí pensaba que su proceso de adaptación sería difícil. “No sabía cómo me iban a tratar. Venía preparada para que me aceptaran o me rechazaran, pero desde la inducción se me acercaron unos paisas que han sido muy amables”.

Por ello, otro de los componentes del estudio considera el tipo de cultura que acoge, en este caso la de los paisas. “Tenemos que mirar también cómo es esta cultura, si es abierta a la diferencia o si es excluyente. También hay rasgos generacionales importantes, que debemos tener en cuenta”, dijo Díaz

En medio de ese choque cultural, es posible que se presenten estrés, ansiedad y bajo estado de ánimo. De hecho es normal que este tipo de síntomas aparezcan. “Pero si el estudiante no logra establecer un adecuado proceso, eso va tener repercusiones en su salud mental”.

Los resultados de este estudio estarán listos en por lo menos seis meses. Las estudiantes esperan darlos a conocer a través de un artículo en la Revista de Psicología Universidad de Antioquia y de una ponencia en las Jornadas de Sicología, organizadas por el Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.

Con información de udea.edu.co